“Lo más importante de estos espacios es el encuentro de la gente. Estamos como desencontrados al haber perdido espacios públicos, y esto vuelve a traer el contacto humano, el pasarnos la mano, mirarnos a los ojos, que estamos perdiendo en una ciudad como Asunción donde nos movilizamos en auto. Así perdimos el disfrute de la ciudad, pues no se ama lo que no se conoce”, manifestó Ramiro Meyer, miembro del equipo que ejecutó La Cuadrita.
Meyer agregó que ese encuentro “es sano” y puede ser creciente si se dan las condiciones, con una peatonal bien equipada, con sombra, vegetación. “Eso atrae gente que a su vez atrae a más gente; quizás no todos ingresan a los locales gastronómicos, o de venta de ropas, pero es muy beneficioso para los comercios; es como los shoppings: es seguro y se puede concurrir con los hijos, sin el temor de que estén expuestos a accidentes”, añadió.
Juan Carlos Guerrero, propietario de un local en La Cuadrita, informó que desde que se lanzó el proyecto ya se empezó a sentir un cambio, y que si bien se esperan beneficios en ventas lo positivo es que el lugar se convirtió en un punto de destino. “Al generar una propuesta tan disruptiva, urbana, la gente se apropia, viene a caminar, a sentarse en los bancos. Así hay más seguridad, más movimiento”, manifestó.
En términos similares se expresó Roger Careaga, presidente de la Asociación Movida del Centro Histórico de Asunción (Amcha), uno de los promotores del regreso de las palmeadas. “Hay más movimiento, hay descuentos en todos los comercios de Palma, eso atrae a la gente y se mueve la economía. Además de descuentos, la gente tiene espectáculos artísticos cada hora, variedades gastronómicas, comidas, bebidas, puede caminar por Palma, disfrutar de los museos, de recorridos históricos. Todavía no tenemos números pero las ventas fueron mejores que otros sábados”, aseguró.
Vamos a repetir
Si las ventajas están a la vista, ¿por qué no se replican estas experiencias en otros puntos de la ciudad? Meyer declaró que la experiencia de La Cuadrita es replicable y deseable que eso ocurra, aunque ello depende, en primer lugar, de los frentistas que tienen que desear eso y estar de acuerdo con el proyecto.
“Después hay ciertas situaciones, de si la ciudad te permite o no. Hay muchos callejones que son viables, calles muy finas, que tienen alternativas. En La Cuadrita la municipalidad de Asunción hizo un estudio de tráfico, midieron el flujo vehicular y vieron que no se generó caos”, aclaró.
El arquitecto señaló que Senador Long se barajó como posible arteria peatonal, pero que al no tener vías alternativas no sería factible su conversión. Sin embargo en la zona está Francisco Morra en el tramo entre Tte. Héctor Vera y España, que los vecinos desean que se vuelva peatonal.
Meyer agregó que Palma es un ejemplo de una calle que sí puede ser peatonal todo el tiempo, y que todos los estudios indican que es viable, ya que ofrece muchas calles alternativas. ¿Pueden, entonces, las palmeadas volverse una costumbre que no se limite a los sábados?
Careaga dijo que la idea de que Palma se vuelva una peatonal permanente es algo que se puede ir haciendo con el tiempo. “Para eso se hacen estos eventos, para atraer a la gente cada sábado y ver cómo se comporta. Necesitamos que los locales vuelvan a estar alquilados, porque no se trata sólo de cerrar la calle sin darle contenido a la gente. Si se va a hacer peatonal tiene que tener contenido, los locales poblados”, remarcó.
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