“Quería emprender un negocio que fuera sustentable. La idea surgió de una conversación informal con un amigo, que me dijo que hay pocas comiquerías en Paraguay, porque se pueden contar con los dedos de una mano. Me di cuenta de que era cierto y a mí, como soy muy fanática, siempre me frustró no tener los cómics físicamente. Ya no pega ver en plataformas piratas”, afirmó Marisol Pérez, una de las propietarias de Dodos Cómics.
Su amiga y socia, Jennifer Santacruz, cuenta que “al principio queríamos abrir un negocio de comidas rápidas veganas, pero analizando con mi socia, vimos que resultaba menos factible para nosotras, por el tiempo en que nos consumiría”.
Los padres de Marisol también son emprendedores, pues poseen una fábrica de pastas. Así que la tarea de lanzarse a formar una empresa no le era rara. Con la experiencia familiar y la ayuda de sus padres decidió empezar el proyecto que se convertiría en Dodos Cómics, con Jennifer como asociada a la empresa.
Dodos Cómics se pondrá oficialmente en marcha a comienzos de la semana que viene. El emprendimiento demandó un capital inicial de G. 6 millones y en este comienzo se ofrecerán 250 ejemplares a los comiqueros, pero la ambición de las empresarias apunta mucho más alto: sueñan con un stock de 5.000 ejemplares.
“Vamos a ir ampliando nuestro catálogo, como en las tiendas de Buenos Aires donde podés encontrar lo que te imagines en novelas gráficas. En Paraguay estás leyendo algo online y no sabés dónde podés encontrar el material físico. Acá no hay opciones”, dijo Marisol.
Todavía no tendrán una tienda física, pero sí un sitio web a través del cual la gente va a poder pedir y hacer sus pagos, con un delivery para envíos a todo el país. “No vamos a tener aún un local pero sí puntos donde retirar, para quienes elijan esta opción. Vamos a estar en Las Mercedes y en Ñemby. Queremos abarcar una zona amplia”, dijo Marisol.
Las emprendedoras señalaron que las herramientas digitales fueron importantes a la hora de segmentar el público target. “Estábamos pensando primero en juntar un público más joven. Queremos abarcar un espectro de edad un poco amplio, desde los 17 hasta un poco mayores de 30. Vamos a enfocarnos en el manga, en principio”, remarcaron.
Contactar con las editoriales para adquirir los ejemplares fue la tarea más desgastante, según Marisol. “Esa fue mi parte del trabajo y lo que más me costó: hablar con las editoriales, porque no nos pueden vender directamente todavía y tienen que hacerlo a través de un intermediario; y encontrar uno que nos venda a un precio lo suficientemente bajo como para vender acá a un costo que nos permita crecer”, recordó.
Con respecto al nombre, Dodos, que hace referencia a un ave ya extinta, contaron que “el nombre salió de las personalidades de ambas; lo sacamos de la película La Era del Hielo, y como somos muy despistadas, como el Dodo, nos gustó. Además, algunas comiquerías tienen nombres asiáticos y nos pareció que hacer lo mismo sería una apropiación”.