Realizado en la sede de la UIP, el foro reunió a autoridades nacionales, referentes del sector productivo, técnico, académico y empresarial para debatir sobre el uso de la energía como motor del desarrollo. “Este foro es solo el comienzo”, expresó Enrique Duarte, presidente de la UIP, quien remarcó que el modelo actual está llegando a su límite y que las decisiones que se tomen hoy marcarán el rumbo del país en las próximas décadas.
“No se trata únicamente de generar más energía, sino de hacerlo de forma financieramente viable, ambientalmente sostenible y socialmente justa”, afirmó Duarte, al tiempo que presentó las conclusiones preliminares del evento, que incluyeron advertencias sobre la inminente saturación de la capacidad energética nacional.
Uno de los puntos más críticos fue la alerta técnica sobre el agotamiento del excedente energético: bajo escenarios de crecimiento medio o alto, Paraguay podría superar su capacidad instalada hacia el 2034 en potencia y 2042 en energía. Las inversiones en nuevas fuentes de generación, sin embargo, avanzan a un ritmo claramente insuficiente.
“En los últimos 40 años no desarrollamos alternativas de generación energética. Hoy priorizamos la transmisión y distribución, pero seguimos dependiendo de represas históricas como Itaipú y Yacyretá”, enfatizó Duarte.
El presidente de la UIP señaló que las inversiones necesarias para revertir esta situación rondan los US$ 12.000 millones en el mediano plazo, de los cuales solo US$ 174 millones están actualmente asegurados. Ante esta brecha, el foro planteó con fuerza la necesidad de atraer capital privado, con reglas claras y seguridad jurídica, así como revisar el esquema tarifario vigente.
Más allá del debate técnico, el foro buscó desmitificar ciertos conceptos, como el de soberanía energética. “Importar gas no significa perder soberanía. La realidad es que ya dependemos de múltiples factores externos”, indicó Duarte, al tiempo que insistió en la exploración seria del gas natural en el Chaco y del potencial minero para uranio.
Además, se resaltó la necesidad de incluir todas las tecnologías posibles —como pequeñas hidroeléctricas, energía solar, biomasa, térmica a gas e incluso nuclear a través de sistemas modulares— bajo un enfoque pragmático, adaptado a los costos, ventajas y plazos de cada una.
También se instó a crear un plan maestro de generación, con cronogramas definidos, opciones de financiamiento y reglas claras de participación para el sector privado. “No alcanza con proyectar demanda; necesitamos un plan operativo de generación con visión de país”, afirmó.
El foro concluyó con un mensaje contundente: si no se actúa con decisión, Paraguay enfrentará un freno al desarrollo. “Podemos convertirnos en un hub energético regional o quedar relegados frente a nuestros vecinos. La elección está en nuestras manos”, advirtió Duarte.
En las próximas semanas, la UIP publicará un documento técnico que compilará todas las recomendaciones del evento, con el objetivo de que se convierta en una herramienta concreta para avanzar hacia un modelo energético más inclusivo y sostenible.
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