“La gente, especialmente la que vive en la capital, busca ese desestrés fuera de la ciudad y cuando estás subiendo un cerro o atravesando un bosque, te olvidas de todo, solo vivís el momento”, contó Melgarejo, quien organiza recorridos por destinos únicos donde la aventura y el contacto con la naturaleza son protagonistas.
Entre los lugares favoritos están el Cerro Tres Kandú, que esperan volver a visitar una vez se habilite nuevamente, las Cavernas de Vallemí y el Arroyo Tagatiya, ideales para quienes buscan aventura sin gran exigencia física, pero sí con espíritu explorador.
A medida que el clima lo permite, también organizan viajes al Chaco paraguayo, las Lagunas Saladas donde anualmente llegan los flamencos, y a lugares emblemáticos como Cerro Amor, Ojo de Mar, Cerro Corá, y los cerros de la Cordillera del Ybytyruzú en Colonia Independencia.
Belsai Viajes promueve una experiencia integral. “Cada salida incluye traslado en bus climatizado con asientos cómodos, guías profesionales, y desayuno local como forma de generar impacto positivo en las comunidades visitadas. Trabajamos con personas de la zona para el desayuno y cuando no hay quien cocine, ¡cocinamos nosotros!”, comentó Melgarejo.
Además, mencionó que como muchos de los destinos no cuentan con infraestructura turística desarrollada, los guías cumplen un rol fundamental para enseñar sobre seguridad, vestimenta adecuada y respeto por el entorno.
“Antes de salir, es clave tener en cuenta algunas recomendaciones. Primeramente, usar calzado cerrado y con agarre, especialmente para cerros y senderos, ropa cómoda y flexible, como calzas o pantalones de trekking, llevar protector solar, repelente y kepi y en zonas boscosas, evitar asustar o dañar a los animales. Ellos son los dueños de casa”, recomendó.
Más allá de la aventura, este tipo de turismo tiene un propósito mayor: valorar y conservar los recursos naturales del país. “Una vez que conoces, aprendes a amar lo que tenemos, y eso genera responsabilidad. Es una forma de apoyar la conservación ante la amenaza de la deforestación”, explicó.
A decir de la propietaria de Belsai Viajes, los precios varían según el destino, por ejemplo, un viaje al Cerro Tres Kandú tiene un costo de menos de G. 250.000, incluye desayuno, almuerzo, acceso y zona de camping, las Cavernas de Vallemí (más de 600 km desde Asunción), cerca de G. 600.000 por dos días de aventura, el Chaco paraguayo, entre G. 300.000 y G. 400.000.
“Cada excursión es una oportunidad para vivir algo diferente, conocer gente nueva, y volver a casa con el alma renovada. Nosotros queremos que las personas amen la naturaleza paraguaya, que se enamoren de estos lugares, y que se sumen a la conservación de lo que nos queda. La deforestación es una amenaza real, pero si logramos que más gente se conecte con la tierra, vamos a tener más aliados para protegerla”, concluyó