Tessa Torres y Laura Pocklington encontraron en la cocina un espacio de conexión y creatividad mucho antes de pensar en tener un emprendimiento. “Sweet Street nació del amor a la cocina que compartimos entre las dos. Desde siempre, nuestra pasión fue preparar y compartir nuestras recetas. Lo que comenzó como un pasatiempo entre primas, horneando, probando recetas nuevas y compartiendo con familiares y amigos, se fue convirtiendo en algo más”, contaron.
Ese “algo más” tomó forma entre risas, pruebas y tardes de horno encendido, hasta convertirse en Sweet Street, una marca que combina técnica, cariño y ese espíritu artesanal que se siente en cada bocado. “Descubrimos que cada postre que creábamos no solo llevaba sabor, sino también recuerdos y momentos únicos”, explicaron.
El corazón de Sweet Street son las cookies. No unas cualquiera, las suyas tienen esa textura y sabor que solo lo casero puede ofrecer. “Crujientes por fuera, suaves y chewy por dentro, con ese sabor auténtico que las hace únicas”, describieron Tessa y Laura.
Empezaron con unas pocas recetas, pero el entusiasmo de quienes las probaban fue el mejor impulso para seguir. “Nuestros clientes suelen probar una de cada sabor, y creemos que es la mejor elección: así descubren sus favoritas y saben cuáles pedir la próxima vez”, agregaron.
Hoy su menú es un verdadero recorrido de sabores, desde las Chocolate Chunk, con trozos grandes de chocolate de leche y semiamargo, hasta las Double Chocolate, para los amantes del cacao intenso y las Pistacho con Chocolate Blanco, un equilibrio perfecto entre lo suave y lo sofisticado.
Otra delicia de su menú es la Birthday Cake, colorida y divertida, ideal para celebrar, el Churro, con azúcar, canela y un centro suave y la Lemon Pie, fresca, cítrica y equilibrada. A eso se suman los tubs de mini cookies, ideales para compartir, y los Brownie Cakes, una propuesta original para cumpleaños o momentos especiales que se pueden personalizar con frosting, toppings y mensajes hechos con letras de chocolate.
En Sweet Street todo está pensado para transmitir calidez y autenticidad. Desde la presentación de las cajas hasta los mensajes personalizados, cada entrega busca recrear la sensación de recibir algo “hecho en casa”.
“Siempre nos dicen que nuestras cookies y brownies tienen ese sabor auténtico, algo que no se encuentra fácilmente. Nos encanta transmitir creatividad y diversión en cada detalle, ser esa adición perfecta para los momentos de compartir”, dijeron las propietarias.
El espíritu artesanal se mantiene incluso cuando innovan. “Nos gusta seguir creando y probando nuevas combinaciones de sabores, pero sin perder nuestro toque casero”, destacaron. La temporada que se avecina es una de sus favoritas, la Navidad. “Nos encanta esta época del año porque todo se llena de magia, colores y aromas. Vamos a lanzar sabores edición limitada, pensados especialmente para la temporada”.
Cada cookie será una pequeña celebración, un recordatorio de que los momentos simples, una merienda con amigos, un detalle para regalar, un bocado compartido, pueden transformarse en recuerdos inolvidables. Más que un emprendimiento, Sweet Street es la prueba de que cuando la pasión se mezcla con constancia y creatividad, nacen proyectos con alma. “Queríamos un nombre que transmitiera nuestra esencia, una comunidad de personas que, como nosotras, comparten el amor por lo dulce y los sabores caseros”, concluyeron.
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