En un primer momento encargaron al estudio londinense Map que ideara un prototipo de vehículo que, en un futuro no muy lejano, pudiera llevar pasajeros alrededor del mundo. Tras trabajar en el proyecto, en el que finalmente también ha participado el estudio japonés Mori, Inc., han presentado siete modelos, del tamaño de un coche teledirigido, que han sido grabados simulando que recorren paisajes de todo el mundo.
La idea del proyecto, bautizado Great Journey, era encontrar ideas bonitas para soñar con un futuro del transporte no muy lejano. En esa recreación, los vehículos se alimentan de energía solar o con baterías y tienen patas robóticas para desplazarse por lugares abruptos. Uno de los prototipos más llamativos es el Road Tripper, un prototipo de vehículo concebido como un tubo de acero inoxidable que serviría para trasladar viajeros por la costa oeste de Estados Unidos.
En otra etapa del viaje, de Nairobi a Khartoum, el estudio ha concebido la camioneta Safari Drifter. El prototipo utiliza motores de las segadoras de Honda para allanar el camino cortando la hierba. The Island Hopper, una combinación de barca a pedales y yate de lujo, recrea un vehículo anfibio que lleva a los viajeros desde Japón hasta el sur de la península rusa, Kamchatka.
La lista sigue con otro modelo impulsado por energía solar, o The Jungle Jumper, un camión de seis ruedas inspirado por el Honda T360. The Desert Train se mueve impulsado por la tecnología celular de Honda y permite que cualquier exceso de agua se vuelva a filtrar en un contenedor situado en su parte trasera. La mayor parte de la tecnología está inspirada en el concepto de vehículos con el que el estudio trabajó al diseñar la colección Honda Hall.
The Mountain Climber tiene piernas robóticas que puede desplegar por la parte de abajo y que permite circular, por ejemplo, entre las ruinas de un derrumbamiento. The Tundra Sled, es como un trineo tradicional, aunque sin los perros, en el que se combina la tecnología de un scooter. El vehículo tiene seis ruedas y unos sensores para descubrir grietas peligrosas en el hielo. Todo para hacer más cercano, y amable, la posibilidad no muy lejana de que en un futuro nos desplacemos en vehículos manejados por robots.
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