“Nuestra competitividad hoy es solamente precio. Todavía hay productos que son apetecidos por los brasileños, pero nos estamos convirtiendo en un mercado de pocos productos, eso hace que queden menos negocios”, remarcó sobre la reducción de la demanda hacia nichos de electrónica (celulares, tecnología).
Enfatizó que en valores económicos sí se está equilibrando la recaudación frente a la del 2019, pero que antes de la pandemia el abanico de ofertas era más amplio para la actividad del comercio de frontera.
Indicó que de 4.500 patentes municipales solo operan 2.500. Estos últimos son los que están todavía comerciando con los productos electrónicos. En consecuencia, la mano de obra se reduce y los alquileres siguen estando al 50% de ocupación y valor.
“Existen cuatro o cinco importadores que redistribuyen en el mercado. Ahí sí hay una recuperación mirando la cuantificación de ejercicios anteriores. Pero el mercado no es solo importar más, es generar mayores recursos para tener mayor gente en la actividad, si no la ganancia se distribuye en menos gente y hay más desocupación”, señaló.
Reiteró que si bien se han recuperado financiera y económicamente a nivel macroeconómico, el sector microempresarial perdió muchas fuentes de trabajo. “De los 20.000 desocupados, 10.000 se dedican ahora al contrabando”, lamentó.
Acerca del último Black Friday consideró que se trata de una “quema de stock”. Además, agregó que de 3.950.000 personas que visitaron las Cataratas de Yguazú en 2019, ahora no fueron más de 100.000 los que vinieron a conocer Ciudad del Este, por la falta de incentivos y atractivos para las compras.
“El Puente de la Integración, recién habilitado es simbólico, es tierra colorada. Lo que se hizo es una infraestructura que pasa sobre el río Paraná. Del lado paraguayo está al 2% de lo que debería hacerse”, subrayó.
Por otro lado, hizo hincapié en la competencia con el Brasil, teniendo en cuenta que el régimen de turismo en esta zona funciona pero en Paraguay resulta una traba.
El proyecto para formalizar la labor fronteriza y la reactivación del sector sigue en estudio, alegando que las importaciones afectan a la producción nacional. “El brasileño no va a venir a comprar championes Guairá, sino lo último de Nike”, ejemplificó.
Afirmó que muchos mercados se han perdido a causa del abaratamiento en Brasil, como el de los alcoholes, que cuestan 24% más que en Foz de Iguazú. También comentó que las indumentarias están 40% más baratas en Foz de Iguazú.
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