San Bernardino mantiene su encanto durante todo el año. No depende del verano para atraer visitantes, y Patricia lo sabe. El clima agradable, los paisajes naturales y la tranquilidad lo convierten en un destino perfecto para escapadas rápidas. La cercanía con Asunción permite improvisar viajes sin grandes planes, y la oferta gastronómica de la ciudad se mantiene activa en cualquier temporada.
En este entorno privilegiado, Cabaña de la Cascada invita a sumergirse en un ambiente de relax absoluto. Sus huéspedes disfrutan de una piscina rodeada de naturaleza, rincones para leer o simplemente contemplar, y el silencio que se siente al dejar atrás el ruido urbano. Aquí, la desconexión no es un lujo: es parte del paquete.
Cada cabaña está equipada para que la experiencia sea tan cómoda como inolvidable. Los visitantes cuentan con WiFi, aire acondicionado, cocina completa, un estar con SmartTV y un deck con parrilla para encuentros al aire libre. La idea es que, aunque el entorno invite a salir, no falte nada para quedarse y disfrutar.
Patricia se enfoca en ofrecer una atención cercana y personalizada. “Queremos que se sientan como en casa, pero con ese toque de vacaciones que hace que todo sea más especial”, aseguró. Y ese equilibrio entre comodidad y naturaleza es lo que hace que muchos huéspedes regresen.
El nombre Cabaña de la Cascada no es casual. El murmullo del agua es parte de la experiencia, un recordatorio constante de que este es un lugar pensado para bajar el ritmo. No se trata solo de dormir en un alojamiento bonito, sino de vivir un momento que se graba en la memoria.
El proyecto no se detiene. Patricia planea sumar nuevas cabañas y experiencias, siempre manteniendo la esencia: un contacto auténtico con la naturaleza y un servicio pensado al detalle. “Queremos crecer, pero sin perder esa sensación de refugio que nos define”, afirmó.
En un mundo que rara vez desacelera, Cabaña de la Cascada se posiciona como un respiro necesario. Un lugar donde la calidez del estilo alpino se mezcla con el encanto eterno de San Ber, y donde cada visita se convierte en un recordatorio de que, a veces, basta con una escapada corta para renovar cuerpo y mente.
Con propuestas como Cabaña de la Cascada, San Bernardino refuerza su lugar en el mapa turístico paraguayo no solo como destino de verano, sino como punto de encuentro con la naturaleza durante todo el año. Este tipo de emprendimientos diversifica la oferta, atrae a visitantes que buscan experiencias auténticas y genera un movimiento que beneficia a toda la comunidad local, desde la gastronomía hasta las actividades recreativas.
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