En diálogo con InfoNegocios, Jorge Figueredo, presidente de ADEC, aclaró desde el inicio que su postura es una opinión personal y no institucional. Si bien coincidió en que Paraguay necesita fortalecer su capacidad productiva, también valoró el rol que pueden tener los feriados relacionados a las fiestas de fin de año. “Son feriados que nos permiten visitar a nuestra gente en diferentes puntos del país”, expresó. Para Figueredo, estos días pueden incluso favorecer la productividad y el bienestar general si se manejan con orden y anticipación.
El titular de ADEC insistió en que su apoyo está condicionado a la planificación previa. “Uno estaría a favor de estos feriados si son planificados. Si uno tiene tiempo para desarrollar y planificar los cambios de fechas laborales, por supuesto que sí”, señaló. En ese sentido, destacó que aún existe margen para que el Gobierno comunique la decisión con la antelación necesaria, evitando así contratiempos en el sector empresarial. “Creo que aún tenemos el tiempo necesario para celebrarlo y que eventualmente ese viernes pueda hacer un gran fin de semana. Yo creo que es positivo”, agregó.
Mientras ADEC, desde lo personal, plantea que un feriado bien programado puede tener efectos favorables, la reacción desde el mundo del comercio es radicalmente distinta. Asimcopar —que agrupa a las principales multitiendas del país— emitió un comunicado expresando su “más absoluto desacuerdo” ante la posibilidad de incorporar un feriado adicional en esas fechas. Para el gremio, la medida sería “catastrófica e irreparable” para el comercio.
El argumento central de Asimcopar se sostiene en las características de diciembre, un mes donde las ventas se disparan y las tiendas duplican su dotación de funcionarios. El comunicado recuerda que las multitiendas comercializan juguetes, vestimenta, bazar y regalería en un volumen que no se registra en ninguna otra época del año. Además, explica que existe una planificación que se extiende por meses, incluyendo contratación de personal extra y metas de recuperación de balances del año. “Un feriado más en esos días es quitarle al comercio la posibilidad de trabajar y recuperar lo que perdió en el año”, advierte la asociación.
Para el gremio, la medida también impactaría en los ingresos del personal temporal y permanente, que dependen de la mayor afluencia de clientes de fin de año. En el comunicado señalan que propuestas como esta parecen surgir “sin el conocimiento de lo que significan las fiestas de fin de año para el mundo del trabajo, el empleo y el comercio”. Por ello, llaman al “sentido común” y solicitan que no se introduzcan medidas que generen incertidumbre en un país que, recuerdan, necesita enfocarse en trabajar, producir y comercializar.
El debate sobre el feriado sigue abierto y revela una fractura natural entre sectores con dinámicas productivas distintas. Mientras algunos ven una oportunidad para el descanso, la logística familiar y el bienestar, otros advierten que un día no laborable en ese periodo puede frenar el mayor impulso comercial del año. Lo que sí parece un consenso es que la previsibilidad es clave para evitar impactos negativos en el aparato productivo y comercial, especialmente en un fin de año estratégico para la economía paraguaya.
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