Mediante el Corredor Bioceánico la producción e industria chaqueña se conectará con la zona agropecuaria de Brasil, lo cual reducirá el tiempo de llegada de los productos a Asia. El intercambio de bienes entre el Atlántico y Pacífico se desarrollará mediante esta ruta. En efecto, los rubros más favorecidos serán los de los sectores primarios e industriales, emplazados en la región del Chaco Central. A esto se sumará el transporte de carga.
Se espera que con su puesta en marcha también se originen alianzas, mercados, inversiones. La ruta atraerá a su vez el desembarco de firmas de servicio, como estaciones de servicios y restaurantes.
Florian Reimer, gerente general de la Cooperativa Chortitzer, aseguró que esta obra marcará un antes y un después en la producción chaqueña. “Sería como el canal de Panamá pero en América del Sur. Es una carretera que une el océano Pacífico con el Atlántico en el corazón de América Latina y que pasa por el medio del Chaco paraguayo”, destacó.
Además, el directivo resaltó que serán los primeros tramos de ruta asfáltica que tendrá el departamento de Alto Paraguay, un avance enorme con acceso a nuevas comunidades y ciudades. El corredor pasa por las cooperativas de producción del Chaco Central.
“En cuanto a lo económico vamos a tener un antes y un después, el Chaco se va a desarrollar a grandes ritmos apenas esté lista la ruta, pero aún faltan dos años para terminar el puente entre Paraguay y Brasil, que la complementa”, expuso.
Reimer indicó que hoy todas las exportaciones deben ser transportadas desde el Chaco hasta los puertos de Gran Asunción, pero con la obra eso cambiará, por ejemplo para acceder al mercado peruano, chileno, mediante los nuevos accesos y menores distancias. Asimismo, mencionó que significará un ahorro en términos logísticos y de tiempo.
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