“En octubre empezamos a prepararnos. Y en las fincas tenemos los tempraneros, que son las primeras frutillas, siempre ofrecidas a un costo un poco más elevado por ser las primeras semillas”, explicó la productora Raquel Gómez, propietaria de la Finca de la Tía Raquel de Areguá, quien aseguró no solo haber duplicado sino cuadruplicado su producción: el año pasado había llegado a 25.000 plantas, mientras que este año ya va por las 100.000 plantas, “¡La primera y la segunda zafra serán para golpear!”, exclamó.
La ingeniera Griselda Alcaraz, gerente del Centro de Desarrollo Agropecuario del departamento Central y quien acompañó la asistencia técnica por parte del MAG, indicó que esta gran producción fue en parte debido a la determinación de los productores, y a la ayuda en infraestructura y tecnología del MAG. Fueron beneficiados 70 de los 700 productores registrados por la cartera, habiendo sido un requisito de selección la organización y colaboración conjunta en gremios de producción en el área. “Pero también apoyamos en Central a distritos en Itá e Itauguá”, aclaró.
Nueva variedad con más frutos
“Hay una posibilidad de tener frutillas hasta diciembre o incluso hasta febrero, porque tenemos una nueva variedad de frutilla en Areguá que es la San Andreas, con la que ya contamos en la finca; la habíamos traído de Itapúa, y conseguido la semilla que se produce normalmente en Brasil”, afirmó la productora, refiriéndose a la variedad de “excelente variedad de fruta” y “excelente sabor”, según descripción del grupo líder a nivel mundial de innovación vegetal Eurosemillas, y que no requiere de bajas temperaturas para su cultivo, adaptándose a distintos recipientes de cultivo y con alta capacidad de producción y resistencia a plagas.
La disminución de los precios sería de hasta G. 10.000 por zafra, pero podría ir incrementándose la rebaja, debido al gran aumento de frutillas que se prevé para la segunda mitad del año. Igualmente, los ingresos por finca podrían llegar a superar los G. 100 millones en el trayecto de 2021 a 2022, en el caso de tratarse de 10.000 plantas.
Posibilidades de industrialización
Ya que existirá con seguridad una superproducción, existe un cierto riesgo de desperdicio. Alcaraz expresó que para evitarlo, el MAG prepara programas de convenios con industrias privadas, de manera que los productores logren industrializar frutos que se convertirían en mermeladas, postres o jugos. “Estamos con dos proyectos con Koica en Itauguá y Areguá; los productores acordarían de manera independiente con las empresas privadas”, subrayó.
Feria segura
“Estamos preparados para recibir a los clientes, ya sea en finca o en puestos de venta, también con la posibilidad de estar al aire libre, y comprar en familia, con espacios ya que nosotros también queremos cuidarnos, tenemos a nuestras familias en casa y también queremos que los compradores se cuiden”, recordó Raquel Gómez.
“La agricultura no paró, y nosotros necesitamos producir alimentos para que la economía de alguna forma siga en movimiento”, concluyó Alcaraz.
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