Como la vuelta del sector eventos está fijada recién para la fase 4 de la cuarentena inteligente, sin una fecha concreta de retorno, los miembros de la Aseppe se reunieron con las autoridades del MSPBS, como la doctora Adriana Amarilla, directora de Promoción de la Salud, para conversar sobre la situación del sector y evaluar un posible retorno durante la fase 3.
Mañana, nuevamente se reunirán con la Dra. Amarilla para seguir estudiando el caso, y está vez, el viceministro de Atención Integral a la Salud, Juan Carlos Portillo, también participará de la reunión, adelantó Cáceres.
"La idea es entrar en la fase 3 con la realización de pequeños eventos, de núcleos familiares. Estamos hablando de festejos residenciales con personas que viven en un mismo sitio, guardando todas las medidas sanitarias establecidas y de esta manera, se reactivan las empresas. Por ejemplo, con un pequeño festejo se pueden solicitar los servicios de una empresa gastronómica, de una decoradora, de fotografía o de otros rubros relacionados", explicó.
Según Cáceres, si se habilita la realización de estos pequeños eventos se impactará especialmente en las micro y pequeñas empresas del sector, y conforme vayan avanzando las solicitudes de los servicios, las empresas medianas y grandes irán reactivando gradualmente sus estructuras.
Las autoridades ya les confirmaron que este 2020 probablemente no se realicen conciertos o congresos de gran magnitud, “por eso es importante reanudar las actividades gradualmente”, insistió la titular.
"Según un estudio que hicimos, 40.000 personas están trabajando directamente en nuestro rubro y son 286.000 las que están relacionadas de forma indirecta. Haciendo un cálculo estimativo, se tenían unos 1.032 eventos semanales, solamente entre quince años y casamientos, con un gasto promedio de G. 50 millones en cada uno", señaló.
Además, con la aplicación del protocolo del rubro de eventos se garantizará que cada celebración pueda cumplir con todos los requisitos sanitarios como mantener el distanciamiento social, realizar eventos al aire libre, contar con todos los datos de los participantes para tener una trazabilidad, cumplir con el lavado de manos y la desinfección de calzados, fomentar el control de la temperatura, aplicar una rigurosa desinfección a todos los equipos, decoraciones y utensilios, entre otros factores, argumentó la empresaria.
También evalúan la posibilidad de que los salones sean ser habilitados para la realización de las celebraciones, guardando siempre las medidas exigidas, remarcó.
"Incluso en esta nueva modalidad de hacer eventos cambiará la forma de trabajar. Por ejemplo, las comidas vendrán al plato y lo mismo sucederá con los dulces, justamente para evitar la aglomeración en ciertas áreas del festejo", consideró.
Situación financiera
La entrega de créditos, de bancos y cooperativas, ha sido lenta en la mayoría de los casos, según Cáceres, ya que muchas solicitudes siguen en curso, y el rubro está completamente frenado hace más de 90 días.
Y como las actividades aún no se reactivaron, están conversando con autoridades del Ministerio de Hacienda, para que se entreguen kits mensuales de alimentos para los colaboradores en situación vulnerable (cerca de 3.500 personas) y también que se prolonguen los beneficios en el sistema financiero, por tres meses más, añadió.
"También solicitamos que podamos aplicar la suspensión de las empresas por otros 90 días y que los funcionarios puedan acceder al subsidio del IPS, y que aquellos que son jornaleros, puedan acceder a los subsidios otorgados por el Estado, como Pytyvõ. Esto solicitamos al viceministro de Hacienda, Humberto Colmán", afirmó.
El rubro dejó de percibir cerca de US$ 111 millones en sus 14 semanas de cierre, recordó la directiva.
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