El clima adverso incidirá en el rendimiento y probablemente en la calidad de la producción, mencionó Teichgräf.
“El área de siembra bajó un 30% en comparación a 2018, porque con la disminución de la cotización internacional, los productores decidieron cultivar otros productos. Nosotros calculamos que tenemos unas 4.000 hectáreas de maní", refirió.
La cotización durante 2018 era de US$ 1.400 por tonelada (promedio), y este año se está cotizando en US$ 1.250 por tonelada, afirmó. Por este motivo, los productores optaron por otros cultivos como la chía, soja, maíz, sésamo u otras alternativas más rentables.
“Estamos acostumbrados a estas fluctuaciones, entendiendo que los productores obviamente se enfocan en los cultivos que dan un mayor margen. Además, un tema no menor, es que el cultivo de maní requiere de un cuidado especial, demandando más horas de trabajo y cuidados, en comparación a los otros productos mencionados”, especificó.
Producción
“En la producción de 2018, se tuvo entre 8.000 y 10.000 toneladas, de las cuales, la mitad se envió al exterior, y la otra se destinó al mercado interno. Pero los pronósticos no son favorables para este año, por eso la merma será significativa”, advirtió.
Los cultivos se encuentran en etapa inicial, pero si las cosas se dan de acuerdo a las estimaciones, se tendría un rendimiento de 1.000 a 1.500 kilos por hectárea, comentó.
Además de su producción en el Chaco, Teichgräf afirmó que existen cultivos en las zonas de Campo 9, San Pedro y Santa Rita.
Exportación
Resaltó que existen dos tipos de exportación. La primera es pensada para el consumo directo de la población, por ende, debe cumplir con una estricta serie de requerimientos. El segundo tipo se destina a países que industrializan el producto, convirtiéndolos esencialmente en aceite.
“Los valores monetarios van a disminuir considerablemente por los factores expuestos, incluso entre un 50% a 60%, en comparación al 2018”, aseguró.
El año pasado, desde Fernheim exportaron 4.627 toneladas y recibieron US$ 4,7 millones.
Industrialización
Teichgräf considera que si se pretende tener una mayor industrialización del alimento, la cadena debe incrementar su producción, por tanto, ayudará a que esta sea estable y garantizará el funcionamiento de estas procesadoras.
Asimismo, asentó que la idea concreta es seguir produciendo en volúmenes más importantes, para abastecer a los mercados internacionales que lo necesitan para su consumo o industrialización, y para abastecer al mercado interno, también en esos mismos aspectos.
Comercialización
Según datos de la Rediex, en los últimos cinco años se exportó por valor (US$) de: 4,1 millones en 2015, 5,2 millones en 2016, 8,4 millones en 2017, 9,6 millones en 2018, y 2,2 millones de enero a abril de 2019.
En cantidades, estos equivalen a (toneladas): 5.024,4 en 2015, 4.486,4 en 2016, 9.542,0 en 2017, 7.784, 5 en 2018 y 1818,7 en 2019.
Los principales destinos son Países Bajos, Brasil, Alemania, Estados Unidos, México, Ecuador, Rusia, Bolivia, Vietnam, entre otros 19 compradores ocasionales.
Empresa
Maní 21 es una marca que está posicionada hace varias décadas en el mercado paraguayo y comercializa siete líneas de productos.
El actual propietario, José Medina De Baets, comentó: “Todas las elaboraciones son con materia prima e insumos nacionales, desde el azúcar o la sal, hasta la bolsa del empaquetado”.
“Procesamos un promedio de 3.500 kilos mensuales, pero teniendo en cuenta que existen algunos picos altos en ventas, especialmente en diciembre, estaremos procesando unos 40.000 kilos este 2019”, expresó Medina De Baets.
Medina de Baets resaltó que con la ampliación de su espacio físico y el funcionamiento de más turnos en su planta, incluso podrían duplicar su capacidad de procesamiento.
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