Por ello, es importante la actitud con la cual asumen el reto de lograrlo, pues necesitan tanto perseverancia como disciplina y motivación. La economista Adriana Bock y la psicóloga Daisy Abente, directoras de Superarte, lo explican muy claramente.
“Cualquier actividad productiva requiere de compromiso y responsabilidad, tanto para cumplir con las tareas asumidas como para administrar el fruto de este esfuerzo, la remuneración. En este sentido, sería un error creer que el esfuerzo solo debe enfocarse en obtener un ingreso, y que una vez logrado este objetivo se puede dejar su manejo librado al azar”, indicó Bock.
Por tal motivo, agregó que existen puntos a tener en cuenta para ejercer el control sobre el dinero:
1) Establecerse metas claras que motiven y orienten las decisiones: qué quiero lograr, cuándo lo quiero lograr, cuánto dinero me va a costar.
2) El ahorro como prioridad y hábito: pensar primero en ahorrar y luego en gastar o en deber.
3) Planificación del gasto: esto para que el dinero rinda el tiempo que tiene que rendir (semana, quincena, mes).
4) Escala de prioridades: no todos los gastos son iguales, algunos son necesarios u obligatorios, mientras otros son opcionales y, por lo tanto, el porcentaje del ingreso que se destina a cada uno debe ser coherente.
Desde el lado afectivo, la Lic. Daisy Abente explicó que se necesita mucha conciencia y criterio para manejar el dinero. “Los jóvenes, y todas las personas en general, son dueñas de su propia vida, por lo tanto, de su dinero también. Usar el dinero a conciencia y con criterio es la recomendación. La manera de controlar el dinero es asumir que sos el jefe de tus guaraníes, y no podrán hacer nada sin que les autorices. Dicho de otra forma, controlar lo que haces y no que el dinero te controle”.
Fomentar hábitos positivos
Los hábitos, según Superarte, para manejar correctamente el dinero son: orden y puntualidad, prudencia, ahorro, compartir, planificación, control, diálogo y gratitud.
“Cuanto antes se empieza, mejores son las posibilidades de conquistar la libertad financiera en la edad adulta. Con el ahorro se evita caer en el círculo vicioso del consumismo y el endeudamiento, ya que permite estar protegidos ante imprevistos y alcanzar ciertas metas o sueños”, agregó Bock.
En ese sentido, Abente coincide acerca de empezar con el hábito del ahorro, al mismo tiempo que el de planificación y el de diseñar metas.
“Creo importante empezar con estos tres hábitos: ahorro, empezá por el hábito del ahorro, pagate una suma de dinero a vos. Planificación, prever tus gastos y movimientos para que puedas hacer rendir tu dinero entre tus necesidades, gustos y disfrute. Entrenarte a usar agenda, a anotar, a pensar en medianos plazos. Y por último, diseñar metas: escribí 3 metas de corto y mediano plazo y armá un plan de acción para alcanzarlas. A medida que las vayas cumpliendo ponete nuevas metas y de más largo plazo”.
La tarjeta de crédito, ¿conviene o no?
“Una tarjeta de crédito bien utilizada puede resultar una herramienta sumamente útil, tanto como medio de pago para gastos corrientes o como medio de financiación de gastos extraordinarios”, resaltó Adriana.
No obstante, agregó, su correcto uso requiere prudencia, responsabilidad y una completa información acerca de los riesgos que podría implicar su uso inadecuado.
“Las emociones siempre van a estar y hay que estar atento a que no dominen nuestras acciones. Si tenés una meta clara, las tentaciones serán enfrentadas por el deseo de los proyectos, haciendo así una barrera ante los descontroles”, finalizó Abente.
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