Almendra Acosta, directora ejecutiva de Kione, comentó que el emprendimiento nació de la búsqueda que hizo la propietaria de mamelucos refrigerados y como fracasó en la pesquisa tuvo que rendirse, pero entonces decidió elaborarlos ella misma.
"Después de esa experiencia, me dijeron que vaya con mí idea a la Facultad Politécnica de la UNA para participar en un concurso. Tuve que preparar un vídeo en el que contaba mí idea y me preseleccionaron", indicó. Acosta relató que en ese proceso aprendió a crear una empresa en seis meses; luego consiguió la adjudicación de un capital semilla importante para el arranque de empresas otorgado por Conacyt.
Después de mucho trabajo y un intenso proceso de aprendizaje, Acosta logró sacar una versión ideal del traje refrigerado, patentó la fórmula del gel a nivel local y está en proceso de hacerlo en instancias internacionales. "El gel se cristaliza a menos 33 grados y de a poco va perdiendo el frío. Esto sirve para refrigerar la ropa, lo que es muy atractivo para los deportistas", precisó.
Acosta subrayó que deportistas paraguayos la llamaron porque necesitaban los chalecos refrigerados para Odesur. "Primero no les convenció lo que yo tenía pero trabajé en torno a lo que me pidieron. Querían indumentaria que refrigere un grado menos en movimiento", complementó.
Con ese nuevo artículo Kione vendió muchísimo y los propios atletas de élite promocionan el producto. "Nos queremos volver industria, generar empleo y salir a Sudamérica, porque los chalecos no están disponibles en la región, solo existen en EE.UU. y Europa y el precio es muy elevado", aseveró.
Aparte de los chalecos, Kione fabrica diferentes tipos de otros artículos deportivos. La firma posee almohadillas anti estrés a G. 120.000, compresas a G. 80.000 y chalecos de dos tipos, el impermeable a G. 480.000 y el chaleco para atletas y deportistas que se vende a US$ 100.
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