El país crecería este año por encima del promedio regional y mantendría una expansión relevante el próximo, en un contexto global marcado por la desaceleración y la incertidumbre.
¿Qué proyectan?
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el Producto Interno Bruto (PIB) real de Paraguay crecerá 5,3% en 2025, impulsado principalmente por la fortaleza de la demanda interna, que se consolida como uno de los principales motores de la actividad económica. Para 2026, el organismo anticipa que el crecimiento continuará mostrando dinamismo, aunque en un contexto de mayor normalización del ciclo económico.
En materia de precios, el FMI proyecta que la inflación se ubicará en torno al 4% hacia fines de 2025 y convergerá a la meta del 3,5% en 2026, establecida por el Banco Central del Paraguay (BCP). Destaca además que las expectativas inflacionarias permanecen bien ancladas, un factor clave para la previsibilidad económica.
Desde el plano fiscal, el organismo subraya la importancia de avanzar en el proceso de consolidación, con la meta de reducir el déficit fiscal al 1,9% del PIB en 2025 y al 1,5% en 2026, a fin de preservar la estabilidad macroeconómica y colocar la deuda pública en una trayectoria descendente.
En esa misma línea, el Banco Mundial espera que el déficit del gobierno central retorne al límite legal del 1,5% del PIB a partir de 2026, impulsado por un crecimiento sólido de los ingresos y una reducción del gasto como proporción del producto.
Según sus proyecciones, el PIB real de Paraguay crecería 4,2% en 2025 y se moderaría a 3,7% en 2026, en línea con la evolución de los principales socios comerciales del país. En cuanto a la inflación, el organismo prevé un promedio del 4% en 2025, con una moderación hacia el 3,5% en los años siguientes.
El Banco Mundial también proyecta una disminución gradual de la deuda pública, que se ubicaría en torno al 39,2% del PIB para 2027, favorecida por el crecimiento económico y la generación de superávits primarios.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) refuerza la visión optimista sobre el desempeño paraguayo. Mientras mantiene en 2,4% su proyección de crecimiento para la región en 2025, elevó la estimación para Paraguay hasta 5,5% este año y proyecta una expansión del 4,5% en 2026.
La revisión al alza implica una mejora de un punto porcentual respecto de la previsión anterior y posiciona a Paraguay como uno de los líderes del crecimiento regional, junto con economías como Venezuela, Argentina y Costa Rica.
Desde el plano local, el Banco Central del Paraguay estima que 2025 cerraría con un crecimiento del 6%, superando las estimaciones iniciales, mientras que para 2026 se espera una expansión del 4,2%.
En materia inflacionaria, el BCP ajustó su proyección para 2025 a 3,6%, en un contexto de expectativas firmemente ancladas y presiones inflacionarias acotadas. Para 2026, prevé una convergencia gradual al centro de la meta del 3,5%, reafirmando su compromiso con la estabilidad de precios.
2026, el año de la consolidación
Más allá de las cifras, el mensaje común que surge de las proyecciones es que 2026 será un año clave para evaluar la sostenibilidad del crecimiento. Con tasas de expansión aún elevadas, el foco estará puesto en la disciplina fiscal, el control de la inflación y la capacidad de transformar el crecimiento económico en mayor inversión, empleo y desarrollo.
Los organismos coinciden en que Paraguay llega a este escenario con fundamentos macroeconómicos sólidos, pero advierten que la continuidad del buen desempeño dependerá de la consistencia de las políticas públicas y del contexto internacional. El desafío, entonces, no será solo cerrar bien 2025, sino convertir ese impulso en una trayectoria de crecimiento estable y de largo plazo.
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