De acuerdo con el ingeniero Enrique Galarza, consultor especializado en fruticultura, la mandarina, por un lado, es cultivada por familias productoras, especialmente para consumo propio, pero cuando tienen buena producción, es decir, cuando les sobra fruta, también optan por venderla. Y por el otro lado, se encuentran los productores y empresas que producen exclusivamente con fines comerciales.
“Los pequeños productores se inclinan mucho por el cultivo de las variedades de época. En este momento, por ejemplo, nos encontramos en una etapa de maduración normal de la variedad Dancy, que es esa mandarina de color rojo, que crece mucho en la zona de Cordillera, así como también de la variedad criolla, que nosotros aquí en Paraguay, le llamamos mandarina común, la cual se suele encontrar mucho, igualmente, en casas de familia”, comentó.
En lo que respecta a las variedades comerciales, la tardía Murcott, de piel fina y color intenso, −cuya producción se concentra en los departamentos de Itapúa y Caazapá− es la de mayor volumen y la que más se comercializa en el mercado local. “Es la variedad que más se está cultivando para la venta, ahora, por ejemplo, ya se puede encontrar, aunque aún no está muy dulce, pero para agosto ya estaría lista. En segundo lugar se halla la variedad Pokan, la cual, en esta época del año finaliza su producción”, mencionó.
De acuerdo con el experto, no se registra a nivel país una amplia superficie de mandarina cultivada. “La mayoría son familias campesinas que plantan para su consumo propio y si tienen buena producción también venden. En el caso de la Murcott, que es la variedad comercial que sobresale, existirían aproximadamente unas 500 a 600 hectáreas cultivadas”, estimó.
En cuanto a la demanda y al consumo del cítrico, Galarza señaló que es inferior en un 15% al de la naranja. “Entonces, por ende, no muchos agricultores apuestan por plantar la fruta pues el mercado es limitado. Más bien, lo hacen empresas grandes que están enfocadas en la producción y venta de cítricos, al igual que en los jugos de frutas”, explicó.
Finalmente, indicó que durante otoño e invierno, la mayoría de las mandarinas disponibles en el mercado son de producción nacional. Pero a partir de setiembre, cuando ésta va mermando, la fruta se empieza a importar de países vecinos, para cubrir el requerimiento correspondiente a la primavera y el verano.
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