El técnico del IPTA, Emigdio Rodríguez, destacó para InfoNegocios que las variedades presentadas este año representan un avance significativo en la investigación nacional. “Son tomates grandes, de altura media, con alto rendimiento y ciclo relativamente corto, lo que permite a los productores tener varios ciclos de cultivo al año”, explicó. Además, subrayó la rusticidad de las plantas, su resistencia a enfermedades y la capacidad de soportar heladas, atributos que consolidan al tomate TMT PAR como una alternativa sólida para los productores paraguayos.
En total, el IPTA presentó tres variedades de tomate: una lisa y dos tipo perita. Las frutas de tipo lisa alcanzan entre 200 y 300 gramos, mientras que las peritas rondan los 100 a 120 gramos. “Estas características permiten diversificar la oferta para distintos mercados, desde consumo fresco hasta procesamiento industrial”, señaló Rodríguez. Además, resaltó que las variedades fueron desarrolladas a partir de líneas puras traídas de Taiwán, un proceso que involucró años de selección para adaptarlas a las condiciones locales.
El evento también incluyó una presentación sobre morrones, cuya variedad fue desarrollada íntegramente en Paraguay. Los frutos de este cultivo presentan un tamaño de 200 a 300 gramos y pueden ser comercializados tanto verdes como rojos, dependiendo del manejo del productor y del ciclo de maduración. “Se trata de un material rústico, adaptable y con un buen rendimiento incluso en condiciones de estrés ambiental”, afirmó Rodríguez.
Aunque el enfoque principal de la jornada fue el tomate, también se expusieron avances en trigo. Sin embargo, aclaró que no se trata de nuevas variedades, sino de tecnologías de manejo e investigación aplicada que buscan mejorar la productividad y la adaptación de los cultivos en distintas regiones del país.
El IPTA trabaja además en otras especies vegetales, como melón, donde se esperan novedades para los próximos meses. En cuanto a la disponibilidad de semillas de las nuevas variedades, Rodríguez explicó que todavía se encuentran en un proceso de distribución controlada para asegurar la multiplicación y adaptación adecuada antes de su comercialización masiva. El precio y la distribución definitiva se definirán en los próximos meses.
Rodríguez destacó la importancia de la colaboración en este tipo de proyectos. “No trabajo solo, es un equipo completo de técnicos e ingenieros que se encargan del desarrollo de estas variedades. Nuestro objetivo es fortalecer la investigación nacional y asegurar que los productores tengan acceso a materiales de calidad, adaptados a nuestras condiciones”, agregó.
La Mega Jornada en Capitán Miranda no solo permitió a los asistentes conocer de primera mano los avances en el tomate y morrón, sino también transmitir un mensaje claro: con investigación nacional y trabajo conjunto entre técnicos y productores, es posible garantizar un futuro más sostenible y competitivo para la horticultura paraguaya. La innovación, la adaptación al cambio climático y la capacidad de los agricultores para generar su propia semilla se consolidan como factores clave para el fortalecimiento del sector.
Con estas iniciativas, el IPTA busca posicionar al tomate paraguayo como un producto competitivo, resistente y rentable, capaz de enfrentar desafíos ambientales y responder a la demanda del mercado interno e internacional. La jornada evidencia que la combinación de investigación aplicada, prácticas sostenibles y conocimiento local es la base para asegurar la productividad y la calidad de los cultivos nacionales.
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