“Tuvimos un invierno más fresco, y eso favoreció mucho al desarrollo del trigo. Las heladas no fueron tan perjudiciales, por lo que logramos cosechar un grano de muy buena calidad”, afirmó. Según Pastore, el abastecimiento del mercado interno está garantizado y se dispone de excedentes para la exportación.
Pese a que aún no se tienen datos concretos sobre el volumen de producción, el titular del gremio sostuvo que, de momento, se estima una producción total de 1.100 toneladas para esta zafra, dato que todavía deberá ser confirmado en las próximas semanas. En cuanto a los destinos de exportación, Pastore mencionó que Brasil se mantiene como el principal comprador. Esta preferencia refleja la consolidación de la producción nacional en el exterior.
Sobre el futuro de la producción de trigo, Pastore expresó que los agricultores tienden a tomar decisiones basadas en las experiencias de años anteriores. En la zafra pasada, el cultivo enfrentó serios problemas con la roya, una enfermedad fúngica que disminuyó considerablemente la producción.
Esta situación desanimó a algunos productores, quienes optaron por reducir la superficie cultivada en 2024. Sin embargo, las condiciones climáticas favorables de este año mantuvieron bajo control a la enfermedad, lo que podría motivar a los agricultores a aumentar la superficie de cultivo para el 2025.
Ante la amenaza de enfermedades como la roya, Pastore indicó que desde la Capeco están invirtiendo en investigaciones para desarrollar variedades de trigo más resistentes. “Estamos trabajando con Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA) y también con el sector privado para lograr variedades que puedan resistir estas enfermedades”, puntualizó el gremialista, quien destacó la importancia de esta colaboración público-privada en la búsqueda de soluciones a los problemas fitosanitarios.
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