Belén inició su camino en esta arte marcial hace poco más de un año y entrenó en Yukidojo, academia que forma parte del equipo Checkmat Paraguay, uno de los más reconocidos del país y con fuerte presencia internacional. Después de una competencia interna, su profesor Nicolás Kelsen, faixa preta avanzado y competidor internacional, la animó a dar el salto al exterior. “Me transmitió ese sentimiento de experimentar y competir afuera”, contó la atleta.
Ese primer impulso la llevó a presentarse en julio al Grand Slam de AJP en Río de Janeiro, donde logró una medalla de plata y confirmó que su preparación avanzaba por buen camino. Con ese antecedente, el anuncio del mundial encendió en ella una nueva motivación. Su equipo la alentó a asumir el desafío y representar a Paraguay en uno de los torneos más exigentes del calendario sudamericano.
La competencia mundial reunió a una enorme cantidad de atletas, especialmente por tratarse de Brasil, país cuna del Jiu-Jitsu. Belén compitió en una categoría que reunió a 16 deportistas, lo que elevó aún más el nivel y la dificultad del torneo. Después de intensos combates, logró posicionarse entre las mejores y obtuvo el tercer lugar, un logro histórico para una atleta con tan poco tiempo de práctica formal.
La preparación para llegar a este nivel no resultó sencilla. Belén entrenó todos los días bajo la guía de sus profesores Nicolás Kelsen y Kofi Vallejos, quienes la ayudaron a mejorar su técnica, su estrategia y su control mental, aspectos clave del Jiu-Jitsu. Además de su entrenamiento en tatami, acompañó su preparación con trabajo físico y una alimentación adecuada, buscando equilibrar su vida laboral con su vida deportiva, un desafío común para los atletas paraguayos.
Salinas destacó que detrás de cada medalla existe un equipo que sostiene el proceso: compañeros que sirven de sparring, profesores que corrigen detalles y una academia que genera el ambiente necesario para crecer. “Si bien uno llega sola al podio, muchas personas están detrás. Aquí somos menos, así que todos deben acompañar para llegar al nivel que tienen afuera”, señaló.
Competir en Brasil representó para ella una mezcla de ansiedad, emoción y sorpresa. Confesó que jamás imaginó competir, y menos aún en el exterior, pero su ritmo de entrenamiento la llevó a buscar un sentido mayor a su esfuerzo. Al llegar al estadio, se encontró con una verdadera fiesta del Jiu-Jitsu: tribunas llenas, hinchadas, familias enteras apoyando a los competidores. “Nunca vi al Jiu-Jitsu convocar a tanta gente”, recordó.
Durante la entrevista, Belén también dejó un mensaje claro: Paraguay necesita invertir más en sus atletas. Comentó que el país cuenta con talentos preparados, disciplinados y con potencial, pero que muchas veces carecen de patrocinio o respaldo para llegar a torneos importantes. Instó a las empresas y marcas nacionales a apoyar a los competidores locales para impulsar el crecimiento del Jiu-Jitsu paraguayo.
Mirando hacia adelante, Salinas afirmó que desea seguir compitiendo y explorando nuevas metas deportivas. Su equipo ya planifica futuras participaciones en torneos sudamericanos, panamericanos e incluso europeos. Sin embargo, para cumplir ese objetivo, busca más apoyo económico y patrocinadores que acompañen su crecimiento. “Cuando la oportunidad toca la puerta, uno debe estar listo”, aseguró.
Con apenas un año de recorrido en este deporte, Belén Salinas ya dejó una huella importante para el Jiu-Jitsu paraguayo. Su medalla de bronce en Brasil no solo refleja su dedicación, sino también el potencial que guardan los atletas del país cuando encuentran el acompañamiento adecuado. Su historia recién empieza, y promete seguir representando a Paraguay en los tatamis del mundo.
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