Ronaldo anotó en el minuto 22 del choque entre Portugal y Hungría, y con ese tanto alcanzó 40 goles en eliminatorias, superando así los 39 que ostentaba Ruiz. Pero no se detuvo allí: antes de que finalizara la primera parte ya había sumado su segundo tanto, elevando esa cifra a 41 y agrandando aún más su dominio en estos certámenes. Con ese doblete, el delantero luso no solo desplazó a Ruiz al segundo puesto, sino que también dejó atrás a Messi, quien acumula 38 goles en fases clasificatorias.
Este nuevo récord no solo representa una cifra astronómica: refleja la constancia de Ronaldo, incluso en una etapa madura de su carrera. En un contexto donde cada gol cuenta y cada partido pesa, el portugués insiste en romper barreras. Incluso le restan dos encuentros por disputar en esta fase de eliminatorias, oportunidad que podría usar para ampliar aún más su marca casi inalcanzable.
Por su parte, Messi protagonizó su propia hazaña en el amistoso que Argentina disputó frente a Puerto Rico. Con dos asistencias (una de taco para Lautaro Martínez y otra para Gonzalo Montiel) llegó a 60 pases gol vistiendo la albiceleste y despegándose en lo más alto del ranking mundial de asistentes en selecciones. Ahora le sigue Neymar y Donovan, ambos con 58.
Ese dominio creativo de Messi no se limita al impacto estadístico: en ese mismo partido fue protagonista constante, gestando juego, buscando espacios, rematando, y siendo parte activa en casi todas las jugadas de peligro.
Ambos logros, simultáneos y distintos, destacan aspectos complementarios de la grandeza futbolística: Ronaldo con su olfato goleador, Messi con su visión y capacidad para asistir. Lo curioso del momento es que ambos siguen rompiendo estadísticas sin resignar protagonismo en sus equipos nacionales.
Para muchos, estas marcas simbolizan más que números: representan el pulso incansable de dos generaciones que aún compiten, que eligen reinventarse partido tras partido. Y también proyectan una pregunta inevitable: ¿hasta cuándo seguirán sumando récords? Pero por el momento, el espectáculo sigue vivo, y el fútbol mundial se enriquece con nuevos hitos que llevan los nombres de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.
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