“La aplicación del bienestar animal es uno de los factores más importantes en todos los procesos de producción animal, transporte e industrialización, ya que los animales alcanzan el mejor rendimiento si se cuida este parámetro, lo que genera un máximo beneficio económico para el ganadero y la industria. Esto se puede lograr con la capacitación y concientización de todos los involucrados de la cadena de producción”, explicó la doctora Medina.
Señaló que los beneficios para el productor y la industria cuando se aplican buenas prácticas de bienestar animal en la producción son múltiples. “Facilita las rutinas del trabajo diario reduciendo los riesgos para el personal y minimizando el estrés de los animales, disminuye las enfermedades y los gastos que esto implica y también la mortandad y las lesiones que son uno de los índices de mayor pérdida económica que se detectan en la producción animal, además, aumenta la productividad y la rentabilidad de la actividad y mejora la calidad y la inocuidad del producto final que llega al consumidor”, detalló.
Comentó que en 1979, el Consejo de Bienestar de Animales de Producción publicó un documento con los principios que hasta hoy día dirigen las buenas prácticas de bienestar animal y la legislación al respecto. “Es una especie de declaración de los derechos de los animales, que se conocen como las cinco libertades, las cuales son: Estar libre de sed, hambre y desnutrición; estar libre de incomodidades físicas o térmicas; estar libre de dolor, lesiones o enfermedades; ser libre para expresar los comportamientos propios del animal; y estar libre de miedos y angustias”, citó la profesional.
Al ser consultada sobre cuáles son los puntos más importantes que debe tener en cuenta el productor ganadero para lograr el bienestar de sus animales, indicó que la concientización y capacitación del personal involucrado en el trabajo de campo es primordial, así como también contar con un calendario sanitario, instalaciones adecuadas y cómodas, libres de malestar físico y térmico y una buena dieta.
“Paraguay ha avanzado bastante con relación a este tema, sin embargo, aún tenemos muchos pendientes por resolver. Desde un punto de vista positivo, podemos destacar que hace unos años se implementó en la industria la figura de un veterinario responsable de velar por el bienestar animal y hace unos meses, en el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), docentes reconocidos a nivel regional (Latinoamérica) impartieron un curso al respecto, en el cual participaron los responsables del servicio de inspección de cada planta frigorífica pero todavía nos queda camino por recorrer. Es necesario seguir trabajando y concientizando a todos a los involucrados en la producción pecuaria nacional”, concluyó.
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