-¿Cómo se involucró en el mundo ganadero?
-Desde pequeño arranca esta pasión como yo la denomino. Mi abuelo ya se dedicaba al rubro y fue a través de él que comenzó todo este interés por el campo y los animales, a partir de ahí y con el paso del tiempo, esta vocación fue creciendo cada vez más hasta la fecha.
-¿Cómo compagina su labor en el campo con la paternidad? ¿Sus hijos lo acompañan en el trabajo diario?
-Bastante bien, siempre fue fácil, porque mis tres hijos comparten conmigo la misma pasión por la ganadería, desde muy chicos, sobre todo Ignacio y Patricio que son los más involucrados, mientras que Ana María también nos acompaña, pero un poco más de lejos. Trabajamos juntos y eso facilita mucho más las cosas. Tenemos el amor por el campo en la sangre. Hoy tomamos decisiones juntos y me siento acompañado y sobre todo satisfecho.
-¿Les ha transmitido también a ellos su amor por la raza Brangus?
-Creo sin lugar a dudas que sí. Ellos en todos estos años fueron adquiriendo experiencia y como mencioné un gusto por el campo y los animales, que hoy como padre me llena de orgullo y así también, especialmente por la raza Brangus, que fue formando y acrecentando aún más esta pasión que ellos hoy sienten. Actualmente los dos varones son miembros activos de la Comisión Brangus Joven.
-¿Qué es lo que más le gusta de la profesión?
-Independientemente de la profesión creo que cuando uno trabaja con pasión y convicción las cosas se van dando solas. Interactuar y relacionarse con personas del sector considero que es una de las cosas que más me gustan, desde el personal del campo hasta los directivos. Eso hace que todo sea muy dinámico y el aprendizaje diario, muy importante.
-¿Hay algo que le disgusta?
-Más que disgusto, veo como una preocupación muy grande, la inseguridad que vive la sociedad y específicamente el sector ganadero, secuestros, abigeatos, rutas y caminos en mal estado, entre otras cosas. Falta presencia del Estado para paliar estas necesidades, así como también políticas firmes y claras para el sector, que permitan que los productores puedan trabajar con tranquilidad y realicen las inversiones con seguridad.
-¿Alguna gran satisfacción que quiera compartir?
-¿Satisfacciones? ¡Muchísimas! Pero la más importante y estoy convencido que tuve la oportunidad de que mis hijos crecieran en contacto con el campo y esto es algo muy importante, porque forma personas con otros conceptos, valores y maneras diferentes de disfrutar de la vida.
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