La realización de ejercicios cardiovasculares en exclusividad también es otro de los factores por lo cual se produce esto. Su nombre científico es termogénesis adaptativa, es decir, el organismo reacciona ante las calorías reducidas y una actividad física rutinaria, gastando cada vez menos, lo que lleva a tener una dificultad para seguir bajando de peso.
¿Cómo salimos de esta situación? La respuesta es atípica a la tradicional, en este caso hay que comer. Es lo que el organismo necesita para realizar con normalidad sus funciones, aumentando progresivamente las calorías, evitando por completo la restricción calórica y agregando o modificando la actividad física, con el incremento del volumen, la intensidad y la frecuencia de los entrenamientos; de esta manera se volverán a estabilizar las hormonas y la masa muscular incrementará.
Un dato importante es que por cada kilo de músculo que tengamos se quemarán al día 40 a 50 kilocalorías solo para subsistir, cuanto más masa muscular ganemos, más grasa quemaremos. A pesar de que sobre la ganancia de masa muscular hay muchos mitos y prejuicios, principalmente entre las mujeres, debemos saber que es muy difícil ganar masa muscular por ende quedar con un aspecto masculino, otro punto a destacar, es que la grasa no se endurece con las pesas, todo lo contrario, con este tipo de actividad más una buena alimentación (completa, equilibrada, suficiente, adecuada) se logra disminuir medidas y alcanzar mayor definición.
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