Existe una gran incertidumbre en las expectativas para el mercado inmobiliario debido a la propagación del COVID-19. “Las inversiones están a la espera de que se controle la pandemia y que se establezca un norte a seguir en el sector económico”, manifestó María Thereza Orué, directora de proyectos de Itasa SA. “Si bien es cierto, el mercado inmobiliario, al igual que los demás rubros, necesitará reinventarse y será el motor para reactivar la economía”, aseguró.
En su rol de desarrolladores inmobiliarios, la arquitecta dice que deben buscar estrategias para preparar proyectos que estén listos para el momento de reactivación. “Necesitamos utilizar este tiempo para reformular proyectos, adaptarlos al nuevo estilo de vida que nos tocará vivir y lanzarlos ni bien el mercado vuelva a sentir confianza en la economía”, indicó.
“En este momento las personas no tienen cabeza para pensar en comprar, mudarse o invertir, por esta razón las empresas deben buscar estrategias financieras para aguantar unos meses hasta que la situación se estabilice”, dijo. Luego, cuando el mercado se reactive, será crucial la intervención del Estado en medidas que incentiven la inversión como, por ejemplo, créditos a la vivienda, tan solicitados desde hace mucho tiempo, según comentó María Thereza.
Para la directora de proyectos de Itasa SA, las inversiones en ladrillo cuentan con buenos fundamentos que harán reactivar al mercado. “Los inmuebles son considerados los activos más preciados y sobre todo en estos momentos”, expresó. En cuanto a los precios de los alquileres y de las ventas, María Thereza explicó que lo más probable es que se ajusten de acuerdo a la disminución de la demanda. “Más adelante confío en una pronta recuperación del sector inmobiliario”, agregó.
Otros efectos que puede tener el COVID-19 para el sector
María Thereza dice que surgirán oportunidades y obstáculos a los que se deberá enfrentar el sector. “Los brokers inmobiliarios deberán aggiornarse y cambiar formas de venta y presentación de propiedades”, anunció. “La era digital estará más presente que nunca. Es el momento de amigarnos a la tecnología para conectarnos”, añadió.
Sobre los efectos en los proyectos inmobiliarios, consideró que aquellos proyectos corporativos y comerciales deberán replantearse, debidos a las medidas de distanciamiento social y al mayor número de personas que hoy en día trabajan desde sus casas. “En el caso de los proyectos de viviendas, las mismas tienen características más defensivas, que las hacen resistentes a las fluctuaciones de la economía, siempre y cuando estas no se deban a colapsos financieros y bancarios como lo ocurrido en Estados Unidos en la crisis del 2008. La demanda de vivienda por lo general es resistente y puede ser un factor clave para la reactivación económica”, consideró.
Asimismo, la arquitecta especificó que las viviendas para segmentos desatendidos, como el medio y bajo, puede presentarse como una gran oportunidad para reactivar el mercado. “Este es el momento para que los desarrolladores busquemos nuevas formas de innovar en métodos, materiales de construcción, así como en estrategias de venta y financiamiento de permitan ofrecer viviendas que las personas puedan comprar durante este periodo de dificultad económica y que a la vez les sean rentables”, expuso.
Otro punto interesante para ser considerado como oportunidad según lo que la arquitecta mencionó es el mercado de alquileres y el mercado de inmuebles para renta. “Este es un buen momento para invertir en inmuebles para luego rentarlos. El mercado de alquileres estará en auge, ya que muchas personas no querrán gastar e invertir”, detalló.
De vuelta al ruedo
Actualmente en Itasa SA cuenta con una nómina de 50 profesionales e indirectamente, a través de las obras que están ejecutando, dan trabajo a más de 500 personas. “Desde ayer estamos volviendo a nuestras actividades, parte de los profesionales trabajando desde sus casas generando nuevos proyectos y los profesionales en obra iniciando los trabajos parcialmente”, informó.
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