La sorpresa ya conocida que ocurre con el ejercicio de crear solamente a partir de referencias, es que la idea a trabajar, ya se hizo. Muchas veces habrán escuchado por ahí esta expresión. Si bien no es un problema muy difícil de detectar en el proceso de making, es un ‘‘atajo’’ al que a veces los creativos tienden a someterse, por tema de tiempos y ejecución de campañas.
Pero si nos ponemos a analizar el proceso de guiarse solamente por referencias a la hora de crear, es una práctica que trae muchos problemas consigo. Algunos de ellos son claros: evidentemente la idea no será original y presentará problemas en ejecución, puesto a que probablemente no contemos con el mismo objetivo de marca en cuanto al pedido y ni siquiera un presupuesto similar disponible.
Definitivamente existe otra corriente creativa que se anima a explorar ese inmenso bosque de ideas que aún no se encuentra plasmado en portales de internet. Se trata de personas que entienden la complejidad de concentrarse para identificar al público al que hablan y cómo generar una interacción real con ellos.
Las herramientas que utilizan para poder encontrar esas ideas son sus propias experiencias, la comprensión del lenguaje en sí y por ende, el de la marca, adentrándose a la misma a partir de ahí.
Aunque se practique por una minoría, esta propuesta sugiere que las marcas generen su propio lenguaje y que éste mejore la experiencia a través de un contenido de valor, que conecte a los usuarios y los mantenga en constante relación con las marcas aún cuando no estén comprando.
Es notable que la publicidad se sigue reinventando, pero es necesario dejar de lado el reciclado de ideas para que pueda evolucionar de verdad y mejorar su efectividad acorde a la época en que vivimos.
Tener más y mejores experiencias de vida hace que la comunicación que trabajamos pegue un salto para arriba. Si sos redactor creativo, salí a conectar con los consumidores de una manera más orgánica, y activá la inspiración personal para crear piezas únicas.
Y no olvides que para encontrar un buen insight hay que observar, observar, observar… Escuchar, investigar y entender.
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