En este nuevo ecosistema por así decirlo, un ejecutivo que se precie de estar innovándose, muta a ser un profesional dispuesto a escuchar a sus potenciales clientes, capaz de generar una esfera de empatía y confianza con los mismos. En cristiano: Se pone en la piel directa del cliente incluyendo empatía con su equipo de trabajo. ¿Parece complejo? Siento decirte que… ¡Lo es! y esto es de lo que te voy a hablar.
El 2.0 se compone básicamente de todas esas herramientas que nos facilitan ese tan superdifícil trabajo de crear ese ambiente empático marca/equipo agencia y convertirnos literalmente en multifunción cliente, compañero de trabajo, padre y madre a la vez.
¿Y cuáles son? — dirías en la facu al Profe
Ya que preguntás te doy una pista: están todos los días en nuestras manos o narices desde que abrimos los ojos para tomarnos el café mañanero.
¡Sí acertaste! ¡La tecnología! Redes sociales, blogs, web, apps… En fin, ¡the sky is the limit!
A pesar de que mucha gente dice que son herramientas que nos alienan de la sociedad, en este caso es nuestra BESTIE y, ya que estamos les cuento un secreto: Un profesional 2.0 no es una profesión específica, puede ser un ingeniero en sistemas, un ingeniero civil, un médico, contador, mercadólogo, psicólogo, diseñador, networker, coach, artista… ¿tatuador? Sí. Lo importante es estar apasionado con lo que hacés y utilizar los medios digitales para globalizar tu influencia.
En pocas palabras va mi consejo: volvete una marca como profesional
¿Por qué? Porque tu marca viene del trabajo que hagas y la imagen que des. No hay sustituto para eso. Es lo que te ayuda a vender. Tu reputación es lo que te compran, y vendrá como resultado de quedar bien haciendo bien lo tuyo. Tu profesionalidad, como se dijo al principio, no tiene que ver con un título universitario, sino de la manera como haces las cosas. ¿Y vos? ¿Ya sos 2.0?
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