Con una inversión que supera los G. 1.190 millones, los fondos serán íntegramente aportados por Senatur, mientras que la ejecución técnica, así como el mantenimiento, la seguridad y los servicios básicos recaerán en la municipalidad de San Bernardino. Esta colaboración interinstitucional fortalece el llamado “Plan Maestro de Desarrollo del Sector Turístico” que impulsa el gobierno desde el Paraguay.
“San Bernardino es uno de los principales polos turísticos del Paraguay, y dotarle de un muelle moderno y funcional significa apostar por su crecimiento, por sus emprendedores y por una experiencia turística de mayor calidad para los visitantes”, afirmó Angie Duarte, ministra de Senatur. Con esta declaración queda claro que el objetivo no es sólo edilicio sino también estratégico: elevar la experiencia de los visitantes y generar impacto económico local.
El nuevo muelle mirador se ubicará en el frente costero de San Bernardino y ofrecerá vistas panorámicas del atardecer, así como un espacio apto para actividades recreativas, paseos familiares y contemplación de la naturaleza fluvial. La rampa de desembarque, por su parte, mejorará el acceso de pequeñas embarcaciones, kayaks u otras actividades en el agua, integrando movilidad náutica al conjunto turístico.
Angie Duarte, Ministra de la Senatur
El convenio firmado en diciembre de 2023 entre Senatur y la municipalidad detalla los roles compartidos: mientras Senatur financia y aporta logística, la municipalidad responde por el mantenimiento operativo del equipo público que resultará de la obra. Esta claridad de responsabilidades apunta a evitar problemas frecuentes en obras turísticas: infraestructura sin operación o abandono por falta de sustentabilidad.
La elección de San Bernardino no es azarosa: esta ciudad histórica del verano paraguayo ya atrae a miles de visitantes cada temporada, y la nueva infraestructura apunta a retener y diversificar ese flujo, al mismo tiempo que dinamiza emprendimientos locales relacionados (desde gastronómicos hasta servicios náuticos). “La iniciativa es impulsa el turismo interno y receptivo como motor de crecimiento económico y bienestar para las comunidades”, señaló la ministra.
En ese sentido, el impacto no se limita al turista sino al tejido local: más visitantes implican mayor demanda de servicios, más empleo, y la posibilidad de que el destino evolucione de “paseo veraniego” a “experiencia integral”. La infraestructura proyectada busca justamente que “la estancia en San Bernardino” se prolongue, con más actividades, mejores vistas, más accesibilidad. Como lo dijo la ministra: “apostar por su crecimiento, por sus emprendedores”.
A medida que avanza el proyecto, la comunidad de San Bernardino enfrentará el reto de mantener el equilibrio entre desarrollo turístico y preservación del ambiente ribereño. Es clave que la obra se diseñe con criterios de sostenibilidad, accesibilidad y respeto al entorno natural. Si se logra, el muelle mirador y la rampa de desembarque podrían convertirse en símbolo del relanzamiento turístico de la ciudad y un estímulo para que otros destinos costeros del país sigan la misma vía.

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