La especialista en otorrinolaringología, Dra. Sandra Toso, advirtió que “volúmenes mayores a 85 decibeles dañan el nervio auditivo”, y explicó que los auriculares intracanales presentan un riesgo mayor porque “el volumen va directamente contra la membrana timpánica”. Por el contrario, los dispositivos externos y aquellos con cancelación de ruido permiten escuchar a menor intensidad, reduciendo el riesgo de lesiones.
Para proteger la audición, la Dra.Toso recomendó mantener el volumen en torno al 60% del máximo y realizar pausas durante el uso. “El oído necesita descansar; no es recomendable escuchar horas y horas sin pausa”, señaló, sugiriendo sesiones de 60 minutos seguidos de un periodo de silencio antes de volver a utilizar los auriculares.
Respecto al tinnitus —ese característico “pitido” que aparece tras la exposición a ruidos intensos—, la especialista explicó que “ese pitido que aparece después de un ruido fuerte es una señal de que ya hubo una lesión en el oído interno”. Aclaró que esta condición puede ser reversible si la exposición al sonido es ocasional, pero advirtió que “si la exposición es muy frecuente, el ruido deja de desaparecer y la pérdida auditiva se vuelve permanente”.
La Dra.Toso también alertó sobre la dificultad de detectar lesiones auditivas leves. “Muchas lesiones auditivas leves no se notan en la vida diaria, pero sí aparecen en los estudios”, señaló, por lo que recomendó controles auditivos periódicos, sobre todo para quienes usan auriculares diariamente.
En cuanto a infecciones, destacó que “el sonido en sí no causa infecciones, pero los auriculares que se introducen en el oído sí pueden favorecerlas”, especialmente cuando se comparten dispositivos, ya que el conducto auditivo externo contiene bacterias que pueden transferirse de una persona a otra.
Consultada sobre la mejor opción para escuchar música de manera segura, Toso afirmó que “la mejor opción son los auriculares externos, no importa si tienen cable o son inalámbricos”, y agregó: “lo que realmente daña no es el tipo de dispositivo, sino el volumen y el tiempo de exposición”.
El tema adquiere relevancia a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que más de 1.000 millones de personas entre 12 y 35 años corren riesgo de perder audición por exposición a música fuerte y sonidos recreativos. La OMS recomienda limitar el volumen, usar auriculares bien ajustados, reducir el tiempo de exposición y realizar chequeos auditivos periódicos. Además, sugiere que los espacios de entretenimiento controlen los niveles de sonido y ofrezcan zonas de descanso auditivo.
En definitiva, escuchar música o usar auriculares no representa un peligro si se realiza de manera consciente. La combinación de volumen moderado, descansos regulares y controles auditivos permite disfrutar del sonido sin comprometer la salud auditiva, concluyó la especialista.
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