-¿Cuáles son las proyecciones que tienen desde el sector para este nuevo semestre? ¿Existe una tendencia hacia la recuperación?
-Estamos muy entusiasmados con este inicio de semestre. Ya a principios del año empezó a aumentar la demanda de créditos, que es lo más importante porque en el 2020 hubo un freno en ese sentido. La reactivación económica y del consumo es fundamental para nuestra operativa. En general, volvimos a manejar niveles similares a la pre pandemia, no exactamente iguales, pero el crecimiento es abismal en comparación al año pasado.
-¿Cuáles son las características de las casas de crédito en cuanto a los productos financieros que otorgan?
-Nos complementamos con los bancos, porque llegamos a un tipo de cliente que ellos no, lo cual es lógico, porque la calificación de los clientes es diferente. Las casas de crédito atendemos a clientes informales y el préstamo promedio es de G. 5.500.000. Es decir, manejamos muchos créditos, pero con montos bajos.
Muchos bancos comenzaron a emitir bonos como una estrategia de fondeo, ¿cuál es la tendencia de financiamiento para las casas de crédito?
Las casas de crédito no pueden captar dinero, las más representativas son sociedades anónimas emisoras de capital abierto (SAECA), algunas emiten bonos, sacan préstamos y utilizan el capital propio. En su gran mayoría los préstamos bancarios son nuestra principal fuente de financiamiento.
-Hace unos años comenzó a reglamentarse más la actividad de las casas de crédito, ¿qué opina sobre las regulaciones vigentes?
-Fueron cambios importantes para un rubro que representa una tercera alternativa y lógicamente estamos en un mercado que creció mucho y donde se entra a competir duro. Se necesitaban regulaciones como la de incluir a las casas de crédito bajo la influencia de la Superintendencia de Bancos. Hoy todas las empresas de Crecer están inscriptas en el BCP y eso garantiza que se cumplan las reglamentaciones, de manera acorde a las características del rubro.
Una diferencia es que no tenemos ahorristas, entonces, deben tratarnos de manera distinta. La aplicación de las regulaciones debe ser gradual, eso es lo que corresponde.
-¿Qué opinás del Fisalco?
-El Fisalco hizo que a través de la AFD las casas de crédito se financien y presten a empresas con determinados parámetros para que puedan mantener el empleo. El instrumento permitía que la tasa de interés no supere 6% y fue una experiencia tremendamente exitosa. Se demostró que la cooperación entre el sector privado y el Estado funciona. Fue tan exitoso que el crédito es el único producto en el que no tenemos mora. Esperemos que se capitalice de vuelta el Fisalco, ya que le brinda beneficios a la AFD y a las casas de crédito.
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