Cuando hablamos de vehículos premium pensamos en exclusividad, y quizás automáticamente se asocia a un alto precio, lo cual no es en vano -pero no es el factor determinante-, porque no se paga únicamente por el diseño, materiales, tecnología, innovación, rendimiento, garantía y servicio de postventa, sino por la experiencia de compra, que implica el antes, durante y después. Es casi como si se ingresara a un club, donde el denominador común es el gusto por la marca.
En el caso de Paraguay, -y a nivel mundial- lo que se considera como premium ha ido evolucionando con el tiempo, antes el modelo sedán dominaba el segmento de lujo, que ahora se encuentra disputado por los SUV, a lo cual se suma el requisito que sea híbrido o eléctrico, lo cual viene debido a la concienciación del consumidor sobre la huella ambiental que deja su camino.
En este sentido, Paraguay mantiene uno de los porcentajes más altos de camionetas en el total del portafolio de marcas premium en general, lo cual sigue una tendencia mundial, según Fernando Casaccia, gerente comercial de Perfecta Automotores SA, sobre todo debido a la versatilidad que ofrecen estos modelos.
Por otro lado, hay un factor que se repite en los rankings de modelos de lujos, como es el caso de Global 500 2025 de Brand Finance, y es la procedencia de la marca; los alemanes se ganaron un lugar privilegiado en este contexto, porque el top mundial está conformado por emblemas germánicos, según Mordor Intelligence, donde la mayor demanda se concentra en Asia y el Pacífico. Además, se estima que para el 2029 el mercado de automóviles de lujo crezca a una tasa anual del 5% entre el 2024 y 2029.
“El 2024 fue el primer año post pandemia en donde la industria estuvo relativamente regularizada en la provisión de vehículos. Entonces, el crecimiento depende de la capacidad de atender la demanda, lo cual varía de un país a otro. Hoy, por ejemplo, China experimenta una restricción notable, lo cual genera una contracción en su mercado, pero si se recupera, aunque sea un poco este año, alcanzar 5% de crecimiento se da como un hecho”, aseguró el gerente comercial de Perfecta.
Sentido premium
A nivel regional, la preferencia por las marcas alemanas se repite, tanto en Brasil, Argentina, Chile, como Paraguay.
“En el segmento premium, BMW cerró el año con un 33,5% aproximadamente del market share −de importaciones nacionales de vehículos de lujo−, y del total de automóviles nuevos importados, la marca ocupa alrededor del 1,2% (excluyendo camiones y vehículos de transporte)”, afirmó.
Al hablar de automóviles de lujo, el precio de entrada sería de alrededor de US$ 80.000 y cuantas más prestaciones, confort, nivel de personalización y se trate de ediciones limitadas, más ceros se pueden agregar a esa cifra.
¿Premium es igual a caro? Sí y no. En China hay marcas como Hongqi, por ejemplo, con modelos que rondan los casi US$ 1 millón, sin embargo, la elevada suma, no los convierte en premium. “La categoría premium se asocia a la reputación de una marca, su recepción y trayectoria en el mercado. Uno puede pagar mucho por un vehículo, luego tiene un inconveniente y carece de soporte”, señaló Casaccia.
“El trabajo de todas las marcas es entender a su consumidor, porque la conducta del ser humano cambia constantemente. Tratamos de fomentar el sentido de pertenencia y exclusividad mediante acciones concretas”, aclaró el ejecutivo.
Las marcas en el segmento premium no se limitan a vender un auto, sino experiencia que va más allá del momento de cierre de venta, con eventos, clubes, encuentros, corridas, espacios de coworking, talleres especializados, entre otros.
Al final se trata de todo un paquete, donde la experiencia y exclusividad forman parte de lo que se conoce como premium.
¿Gusto heredado?
Entre tanta competencia, ¿qué factor incide a la hora de elegir una marca u otra? “Muchas familias van heredando tradiciones, que pasa también con las profesiones, por ejemplo, si mi abuelo fue médico, mi papá fue médico, yo tengo que ser médico. En el caso de los vehículos también sucede esa transmisión de entusiasmo y fanatismo por la marca. Casi como un gusto heredado, mediante una experiencia favorable”, consideró Casaccia.
Y al ingresar al segmento premium, “se crece desde la parte de abajo de la pirámide, es decir, en los segmentos de entrada, donde se genera la primera experiencia y eso permite seguir sumando gente. Después están los tiempos de recambio, cada dos o tres años y así sucesivamente. Nosotros tenemos un mix bastante parejo de gente que nos vuelve a comprar todos los años y personas que ingresan a la marca por primera vez”, concluyó el gerente comercial.
Tu opinión enriquece este artículo: