Bloques como la Unión Europea ya registraban bajas en el índice de crecimiento antes del contexto actual y con la cantidad de casos en esa región, es probable que este año finalmente no crezca. “Organismos multilaterales proyectan que Europa no crecerá económicamente este año y EE.UU. vuelve a registrar caídas luego de haberse mostrado como una economía robusta que disminuyó el desempleo y la inflación”, comentó el economista Fernando Masi.
Para el analista, la mayor proyección a la baja se funda en el hecho de que la Reserva Federal haya bajado su tasa de política monetaria (entre 0% a 0,25%, la más baja en 12 años) para que los mercados se sientan seguros y que igualmente no estén respondiendo como lo esperaba la entidad, registrando caídas en Wall Street y todas las bolsas principales de Europa. “EE.UU. está tomando medidas para contener el impacto del Covid-19, aparte de bajar la tasa de política monetaria, destinó alrededor de US$ 53 mil millones exclusivamente para hacer frente a sus efectos y a la recompra de bonos”, explicó Masi.
China: ¿En recuperación?
Si bien el Viceministerio de Industria de China aseguró que cerca del 95% de las grandes empresas, excepto las ubicadas en Hubei, y el 60% de las pequeñas y medianas empresas reanudaron sus actividades, Masi prefirió ser cauto, teniendo en cuenta que la economía china también iba decreciendo año a año. “China estuvo produciendo mucho para su mercado interno, no solamente porque el consumo fue incrementándose, sino porque tuvieron que invertir para frenar la propagación del Covid-19. Esto significa que el comercio exterior mundial será afectado, como ya lo estuvo hace un tiempo por la guerra comercial y el proteccionismo emergente”, opinó Masi.
La mayor importancia de China como proveedor de productos terminados e insumos para la producción hace que el gigante asiático sea determinante para el comercio exterior, impactando no solamente a los países grandes sino a los emergentes. “Lo más visible es el desabastecimiento de alcohol en gel, el pico de la botella de este producto es elaborado en China, entonces se deja de importar porque no hay alcohol en gel. Las importaciones desde China no se componen solamente de productos terminados, la mitad se trata de insumos para la industria y la agricultura paraguaya”, argumentó Masi.
¿Paraguay podría zafar?
En el momento en que el Gobierno anunció las medidas económicas para mitigar el impacto de la pandemia, el viceministro de Economía, Humberto Colmán, reveló que aún sostenían que la economía paraguaya crecería alrededor de 4%. Para Masi, tal indicador tiene sentido, pero depende de algunos factores: “La proyección podría explicarse dentro de un escenario en el que la curva de casos de coronavirus en el país sea menor y que los precios de los commodities no sigan bajando. Es una proyección optimista, pero ayer ya reportaron desde el Gobierno que creceremos 3,9%, por lo que deberíamos ver qué ocurrirá con el comercio y la industria interna”.
Por su parte, el presidente del Club de Ejecutivos del Paraguay, Yan Speranza, agregó que las mipymes están siendo afectadas y en dos semanas el impacto negativo de la cuarentena será mucho mayor. “Las líneas de crédito otorgadas por el Gobierno, la posibilidad de refinanciar deudas y el fraccionamiento de impuestos son medidas adecuadas, pero probablemente habrá que profundizarlas, sobre todo para apoyar a las mipymes. No hay que olvidar que venimos de un año muy malo, por eso este es el momento cuando el Estado debe usar todo su instrumental social, fiscal y monetario”, acotó.
Para Speranza, es complicado determinar qué porcentaje de las mipymes serán golpeadas por la situación, sin embargo “con un paro tan grande como el que tenemos no será extraño que algunas hasta tengan que optar por cerrar”, sostuvo.
Desde la perspectiva de la soja y otros artículos importantes para la exportación, Speranza adelantó que Paraguay no detendrá su producción de soja, no obstante el problema está en el precio. “Lo que se observa es un mercado volátil, una noticia como la caída de la bolsa de Wall Street afecta directamente a los precios. Lo que queda claro es que la incertidumbre está rigiendo el comportamiento y los inversores buscan refugiarse”, describió.
Como una alternativa para Paraguay, Speranza señaló la importancia que tendría la diversificación productiva, apostando por la industrialización de materias primas, un camino que ya inició el país con productos como la soja y la carne. “Lo que serviría mucho porque definitivamente el comercio de alimentos no mermará y, por ende, se debe buscar dar mayor valor agregado”, anticipó.
Todo depende de la duración de las medidas de mitigación
Según Masi, “está más que demostrado que las medidas tomadas por el Gobierno no acabarán en días, es probable que la cuarentena dure entre tres o cuatro meses debido a que la cantidad de afectados por el Covid-19 no se puede determinar de manera precisa”, alegó Masi.
“El Estado paraguayo tiene fondos limitados, si hablamos de renta universal solo podemos referirnos a países con presión tributaria de 30% a 40% del PIB. Algunos países de Europa tienen sistemas de salud verdaderamente universales y eso se cubre con contribuciones impositivas”, indicó Masi. A su criterio, no es factible plantear un modelo similar en Paraguay, atendiendo que existe una gran oposición de los sectores productivas a una reforma tributaria real.
Entretanto, calificó a las decisiones del Gobierno como las que están al alcance del Estado, no obstante, la coyuntura marcada por el Covid-19 deja en evidencia que no hay fondos para atender a todos por medio del sistema de salud y a los sectores económicos más vulnerables.
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