Fueron US$ 6.735 millones los que se inyectaron en la economía paraguaya, siendo US$ 3.552 millones lo que corresponde a nuevos capitales más US$ 2.980 millones que representan reinversiones en proyectos que ya estaban funcionando en el país. Asimismo, los préstamos de inversión extranjera directa fueron por US$ 203 millones, monto que completa el capital total de las inversiones de origen externo.
Los países con flujo negativo u origen de capitales en fuga más notorio fueron Guatemala y Suiza, con US$ 60 millones y US$ 26,5 millones, respectivamente, que no se consolidaron en Paraguay. Por el contrario, Holanda y Japón se constituyeron como los países con mayor flujo de inversión, siendo US$ 227,7 millones del país europeo y US$ 37 millones del país del sol naciente.
Al realizar la diferenciación según sector económico, el primario perdió inversiones en comparación al año anterior, específicamente US$ 16 millones y el terciario recibió en total US$ 264 millones. En lo que respecta a saldos, continúa siendo Estados Unidos el principal origen de las inversiones extranjeras en Paraguay con US$ 1.265 millones.
“Las empresas traen su capital para financiar una actividad económica y no es tan fácil salir del país porque un empresario debe vender sus activos y siempre existen riesgos de perder en las transacciones”, indicó Miguel Mora, economista jefe del BCP. Mencionó que Paraguay es un país con libre movilidad de capitales, lo que significa que los inversores pueden sacar sin problema toda la rentabilidad generada y llevarla en comparación a otros países con mayores restricciones.
Según Mora, América Latina aumentó la inversión extranjera en el orden del 13,2%, en mayor medida por los ingresos en Brasil y México, un aspecto positivo tras las caídas de los años anteriores. Este dato está asociado al menor crecimiento de los grandes países como Argentina, Brasil y México.
Por último, Mora afirmó que no existen condiciones propicias para que Paraguay llegue al grado de inversión, lo que sería oportuno para que el país salga del último puesto en lo que respecta a la inversión extranjera. “Los problemas institucionales y políticos son factores adversos con los que tenemos que lidiar, aparte de ver si es que logramos superar el examen de Gafilat”, concluyó.
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