Para conmemorar esta fecha, InfoNegocios recogió las reflexiones de dos voces con experiencia y perspectiva internacional: Víctor Raúl Benítez, docente en el Instituto Getulio Vargas de Brasil, y Cinthia Vera, administradora de Santa Luzia Construcciones Paraguay SA y colaboradora en Pizarro Construcciones.
La administración en el contexto del “nuevo mundo de los negocios”
“El conocimiento se duplica cada 24 meses. Las mallas curriculares de las maestrías en administración de empresas deben adaptarse al admirable mundo nuevo”, aseguró Víctor Raúl Benítez, quien cursó un programa de Global Business Administration (GBA) en Brasil, una maestría estructurada por temas semestrales, sin materias tradicionales, diseñada para responder a las urgencias del contexto global.
Benítez sostuvo que el enfoque tradicional de los MBA —centrado en finanzas corporativas, marketing y recursos humanos— ya no basta. En cambio, hoy la formación debe incluir temas como la geopolítica, las guerras comerciales, la “segunda guerra fría” o el fenómeno conocido como "fly to quality", que describe la migración de capitales hacia economías más seguras como Estados Unidos. “Hoy Trump es un tema, Xi Jinping es otro tema, y también lo es la guerra en Ucrania. Las materias no tienen mucho que ver con finanzas corporativas. Se habla más de incertidumbre, de capitales y de macroeconomía global”, afirmó.
En este contexto, también advirtió sobre el fenómeno de la desvalorización del dólar y el papel de la inteligencia artificial (IA) en la transformación empresarial. “El mundo de los negocios hoy se caracteriza por las grandes asimetrías en la información y la incertidumbre operacional. La IA es otro tema crucial, porque los docentes deben presentar nuevas innovaciones en ese campo”, agregó.
La administración con foco en resultados: finanzas, estrategia y práctica
Cinthia Vera aportó una visión centrada en el valor de las competencias prácticas para los administradores. Para ella, hay áreas clave que deberían tener mayor protagonismo en los programas de estudio. “Creo que deberían darle más énfasis en las carreras a las áreas de finanzas como contabilidad financiera, administración financiera y análisis financiero. También a las direcciones estratégicas, la planeación y la gestión de proyectos, porque eso ayuda a definir los planes organizacionales, sin dejar de lado el marketing, el marketing digital y la gestión de recursos humanos”, enumeró.
Según Vera, en Paraguay hay un ecosistema educativo creciente y competitivo, con instituciones que están marcando tendencia en la formación empresarial. “La Universidad Autónoma de Asunción fue una de las primeras en tener reconocimiento internacional. La UNA siempre es interesante, la UCOM y la Escuela de Administración de Negocios también son buenas instituciones. Además, la Asociación Paraguay Emprende está haciendo un buen trabajo con capacitaciones técnicas y promoción de la formalización de negocios”, recomendó.
En cuanto a referentes regionales, mencionó a la IAE Business School de Argentina, la Universidad de los Andes en Colombia, la INCAE de Costa Rica y GADE Business School de México como líderes en formación en administración.
Uno de los aspectos que destaca con fuerza es el equilibrio entre teoría y práctica. “Hay que darle más énfasis a la práctica, sin descuidar la teoría. Muchas veces se da mucho énfasis al marco teórico y eso es insuficiente. Lo que se necesita es que el estudiante salga con herramientas aplicables desde el primer día”, enmarcó.
La enseñanza de la administración ya no puede limitarse a modelos estáticos. Tanto Benítez como Vera coincidieron en que los planes académicos deben ofrecer flexibilidad, capacidad de adaptación y, sobre todo, una comprensión profunda del entorno global. Esto incluye desde la macroeconomía internacional hasta el manejo de equipos humanos en entornos digitales.
También estuvieron de acuerdo con que hoy los administradores deben ser analíticos, estratégicos, adaptables y, sobre todo, actualizados. Las transformaciones tecnológicas, las crisis globales y las nuevas tendencias de consumo exigen líderes con competencias multifuncionales y un sentido ético profundo para tomar decisiones que impacten de manera positiva en las organizaciones y en la sociedad.
Tu opinión enriquece este artículo: