La directora de la organización Semillas para la Democracia, Marta Ferrara, expresó que la práctica de aumentar salarios en periodos electorales evita todo tipo de manifestación o de legítimas reivindicaciones ciudadanas. "Esto aumenta la brecha cada vez más, porque los que están dentro del sistema clientelar son beneficiados y el resto queda afuera", manifestó.
No obstante, Ferrara indicó que prohibir las subas puede llegar a lesionar el derecho a manifestarse. El dilema es complejo, según la socióloga, porque la precarización de los trabajadores privados es tanta que no pueden ni siquiera salir a protestar y por eso cuestionan los salarios públicos. Además, precisó que el trabajador del sector privado, a la larga, también busca conseguir algún beneficio en época electoral si se le presenta la oportunidad.
"El clientelismo es uno de los grandes desafíos que tenemos como sociedad y lo debemos vencer para que podamos realmente restablecer nuestra democracia", expresó. Asimismo, dijo que el clientelismo es un fenómeno que se fue profundizando durante toda la transición democrática en Paraguay y es una forma dominante de hacer política.
Ferrara añadió que el deterioro de las instituciones, en general, parecen prácticas irreversibles y que desestimulan la participación ciudadana, hasta acotarla a expresiones de muy baja incidencia. "Hay que ver cómo solucionamos el tema del salario, porque es una realidad que hay una pérdida del poder adquisitivo y el Estado cada vez eleva su endeudamiento”, manifestó.
Por su parte, el presidente del Club de Ejecutivos del Paraguay, Jaime Egüez, agregó que la cuestión salarial es un tema técnico y se tiene que solucionar en ese ámbito. El problema que observa es que para el sector privado el salario se regula a través del Consejo Nacional de Salarios Mínimos (Conasam), mientras que en la función pública responde a variables políticas.
"Yo entiendo que el Gobierno quiere poner un marco regulatorio para evitar aumentos que afecten a las finanzas públicas. Hay reivindicaciones que son justas, pero más allá de eso perdimos puntos en los que estábamos fuertes", añadió. Afirmó que ahora Paraguay ya no tiene fortaleza fiscal y el guaraní se está devaluando, dos aspectos positivos que siempre se destacaron.
Para Egüez la propuesta del Gobierno no busca lesionar ningún derecho, sino ordenar el Estado luego de dos años que fueron complicados y se descuidaron. "Finalmente ese dinero que destinan para incrementar el salario de su electorado lo pagamos todos los ciudadanos", finalizó.
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