Ruoti fundó la facultad Fotriem en 2008, de la cual actualmente es directora general. Nació como una institución tecnológica, con un programa 100% diferente a los demás, que es modular, apuntado a la tecnología de la información. Hoy tiene cinco maestrías acreditadas y 17 especializaciones en todas las ramas. A lo lago de su carrera se ha consagrado a la educación en sus distintas aristas.
¿Cómo empezó su carrera en el ámbito tributario?
En primer lugar estudié notariado y abogacía y trabajé como practicante en el Poder Judicial durante seis meses. Trabajé seis años en tribunales, luego me integré a un prestigioso estudio jurídico, donde me encargué del área de asesoría de inversiones.
La única materia que prácticamente no aprendí en la facultad fue tributación. Entonces decidí especializarme en esa área, porque en los contratos y el asesoramiento para atraer inversiones, la parte tributaria era fundamental.
Desde 1991 empecé a especializarme en Argentina y Europa, sobre temas que acá me decían mis colegas que era una utopía estudiar, como por ejemplo precio de transferencia, fiscalidad internacional, entre otros.
Me volví experta en seis años y obtuve en el extranjero mis dos títulos de máster en Derecho Económico, Fiscalidad internacional y otros, ya que en Paraguay no había posibilidad. Mis padres a quienes les debo todo y están dedicados todos mis libros, me decían: “Lujos no te vamos a dar, pero sí educación”.
¿Qué obstáculos encontró para desarrollarse y por qué eligió esta área de negocios?
Encontré todos los obstáculos habidos y por haber: de no creer en un proyecto educativo, de no creer que la educación es para televisión, como fue Educación Tributaria paso a paso, de querer tomar la educación como un negocio, por ser mujer, sobre todo por ser un modelo educativo de excelencia.
Todas las puertas se cerraban, pero yo confiaba en mí y lo que se llama la resiliencia, creer en uno mismo, en sus proyectos y dar la vuelta.
No estar afiliada a un partido político es uno de los mayores obstáculos que tengo y por mantenerme independiente. Ser apartidaria para crear mi propio partido de la educación y la excelencia es una de las cuestiones que más me ha retrasado en todos los proyectos.
El empresario que diga que no ha pasado por obstáculos, es un empresario que no cuenta la verdad. Cualquier proyecto con 15, 10 o cinco años ha pasado por todo tipo de obstáculos.
¿Cuál considera que es su mayor logro?
Mi mayor éxito es una promesa que me hice a mí misma, que cuando alguien me trate de hundir, no le voy a dar el gusto, voy a sobresalir tres veces; ya sea porque soy mujer, porque tengo un carácter diferente, porque no me conformo con la mediocridad, porque no me conformo con los abusos de derecho, porque no me conformo con muchas cosas y lucho por la vigencia de un Estado de Derecho.
Mi mayor éxito ha sido eso, no dejarme vencer por tanta gente que me quiso dejar fuera de la educación, del éxito, de los programas televisivos, de un proyecto crítico desde mi punto de vista. Para recordarme mi éxito, he puesto como marca de Nora Ruoti, una actitud y mente positiva. Esa es la clave del éxito.
Para recordarme que este camino sigue difícil en lo personal, profesional, como madre, hija, empresaria, apartidaria, como independiente, amante de la democracia y la vigencia del Estado de Derecho, como represora de la dictadura, de las autoridades que hacen abuso de poder, corrupción, lavado de dinero y todo eso.
¿Qué virtudes y defectos observa en el sector empresarial paraguayo?
Creo que nuestro país es la mejor bondad que tiene el empresario paraguayo y nuestro mayor defecto es no saber vender nuestro país y siempre culpar a los demás, no dar nosotros nuestro granito de arena.
Los empresarios paraguayos son los forjadores de la mano de obra paraguaya, que tanto se necesita. El Gobierno pide dar mano de obra, pero no se pone en el lugar de un empresario sin fondos y con mucha actitud.
¿Qué falta para crecer y ser un país inclusivo en materia tributaria?
Lo que falta para crecer en Paraguay no es un sistema tributario, sino formalización. Este aumento de salario va a recaer en los pocos empresarios que tenemos legalizado al 100% de nuestro personal y va a beneficiar a todos aquellos que no cumplen las leyes laborales.
También falta educación, estamos retrasados en las competencias básicas. Nuestros estudiantes no saben escribir en español y tienen todo a mano pero faltan valores éticos, lo normal ya parece anormal. Y lo antiético es un éxito. Estamos en una crisis educativa, de valores.
¿Cuáles son sus nuevos proyectos?
Este año, en Fotriem -que cumple 15 años- vamos a ser líderes en inteligencia artificial para todo tipo de ciudadanos. Y el programa educación tributaria paso a paso pasará a llamarse Educación IA Paraguay. Vamos a crear todos los canales tratando de impulsar el perfil que se requiere de los ciudadanos, profesionales y estudiantes, que es el perfil del siglo XXI.
Ya hemos sido pioneros al lanzar tres libros en la Expo, los primeros libros con IA. Y vamos a ayudar a todos aquellos a entender lo que significa tener un aliado estratégico que es la digitalización, a eso nos enfocamos en esta segunda etapa.
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