“El cambio climático tiene efecto en todos los rubros de la economía, las sequías, las inundaciones, las plagas y otras manifestaciones generan escasez de provisión de recursos. Las empresas comúnmente disminuyen sus ingresos, se endeudan y se forma un círculo vicioso”, opinó la gerente general de la Mesa de Finanzas Sostenibles (MFS), Mirta Martínez.
Además, indicó que muchas veces aquellos que no se encuentran en el sector agrícola o de la construcción consideran que las alteraciones aceleradas en el clima no perjudican su trabajo, pero los que hacen home office también están sujetos a la suba de precios de los artículos de la canasta básica cuando la producción escasea.
Asimismo, Martínez sostuvo que en Paraguay aún no reconocemos a la sequía y a las inundaciones, por citar fenómenos, como efectos del cambio climático, lo cual es el primer paso para iniciar el trabajo de adecuación del Estado y el sector privado hacia un modelo más sostenible y sustentable. “El sector financiero juega un rol trascendental en la reconstrucción del modelo productivo, por ende, se debe impulsar que las carteras financieras reconozcan el riesgo climático en los proyectos que financia”, señaló.
Por su parte, el director de cambio climático de la WWF, Óscar Rodas, afirmó que, si bien los efectos del cambio climático afectan a los negocios de forma negativa, también genera una oportunidad para que aumenten los negocios verdes, la generación de energía limpia y renovable, la construcción de ciudades sostenibles, la planificación de políticas de empleo en el rubro tecnológico, la inversión en la restauración de bosques, las mejores prácticas agropecuarias y otras soluciones innovadoras.
“La alimentación saludable, los cambios urgentes en los hábitos de consumo y las empresas regenerativas del medio ambiente son otras de las oportunidades que surgen como respuesta a la crisis climática global”, complementó Rodas.
Según Rodas, Paraguay es muy afectado por el cambio climático por ser un país agrícola, ganadero y forestal, además de que su mediterraneidad lo muestra vulnerable a bajantes históricas de sus ríos. Por último, argumentó que el Plan Nacional de Desarrollo al año 2030 es la política pública que debe orientar a las instituciones del Gobierno y al sector privado para avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible vinculados al cambio climático.
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