Conversamos con Olivia Cazal para conocer más sobre Albertina y nos enteramos de que el negocio surgió tras la llegada de Olivia de Panamá, luego de haber trabajado en la escena de la moda. "Empezamos con Camila, que es abogada, yo soy diseñadora de modas y en el 2017 volví de una experiencia laboral en Panamá que me causó mucho desencanto porque el mundo de la moda me parecía agresivo. Camila había trabajado en temas vinculados con la formalización y tenía un proyecto de marca de ropa", expresó Olivia.
Posteriormente, ambas se juntaron porque Camila tenía algunas consultas referentes al diseño, Olivia vio el proyecto de negocios y le sugirió a Camila para que sean partners. De esa manera inició Albertina, que se caracteriza por el interés de las propietarias en aportar mayor formalización al sector de las trabajadoras costureras para una mejor calidad de vida.
"Queríamos hacer un estilo de ropa francesa, algo diferente de lo que encontramos en Paraguay y también implementar un nuevo mecanismo de ventas como las ecommerce, porque una de nuestras intenciones era exportar prendas", señaló Olivia. Según la copropietaria, Albertina tiene como foco el impacto ambiental y social de sus operaciones y por añadidura diseña ropas atractivas. Además, la empresa forma parte de la comunidad B https://sistemab.org/albertina/ desde el principio de sus operaciones.
Albertina cuenta con dos talleres principales para microempresarias, sin embargo, crearon un mecanismo de trabajo que permite que las costureras trabajen desde sus casas, ayudándolas con el equipamiento y la bancarización progresiva. "Cuando empezamos el proyecto nos fijamos que las costureras tenían muchas barreras para salir de sus casas e ir a un taller a trabajar. Algunas vivían lejos del lugar de trabajo, por ende perdían tiempo y dinero, entonces implementamos un sistema diferente", comentó Olivia.
Cabe resaltar que en el último verano Albertina vendió aproximadamente 5.000 prendas por mes. Entretanto, la materia prima utilizada es china, pero importada de Panamá, principalmente los tejidos, botines y etiquetas, con una calidad diferente a la existente en el país.
Experiencia ecommerce
"Cuando barajamos la posibilidad de hacer un ecommerce mucha gente nos dijo que nadie iba a comprarnos porque no se confía tanto en las tiendas online. Montamos una tienda temporal cerca de Senador Long y entonces la gente empezó a ir y probar, sentir la tela y eso empezó a generar confianza", recordó Olivia. No obstante, la propietaria consideró que para trabajar bien con una tienda online es necesario rapidez y eficiencia porque se deben gestionar cambios de prendas y otros casos que requieren de buena atención.
Oliva agregó que Albertina es una de las marcas que más vende online porque desde que iniciaron el proceso de desarrollo de la empresa se dedicaron a educar a los clientes.
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