El Pacto para el Futuro es un documento de consenso que propuso la ONU para trabajar en distintos puntos que se incluyeron previamente en la Agenda 2030. Entre los aspectos más importantes figuran el financiamiento para el desarrollo sostenible, políticas para la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaria, la búsqueda para la erradicación del hambre, la reforma del sistema de comercio mundial y el refuerzo de medidas para luchar contra el cambio climático.
Según el past president de la Asociación de Emprendedores del Paraguay (Asepy) y directivo de TAXit, David Caballero, la firma del Pacto del Futuro demuestra que cada vez vivimos en un mundo más globalizado en donde no estar de acuerdo con esto es cada vez más difícil porque, de cierta forma, los países que vienen más atrás en cuanto al desarrollo se autoexcluyen de los grandes mercados.
“Mi primera impresión es que este tipo de acuerdos y documentos y políticas generan oportunidades para todos. El tema de la pobreza, que es uno de los ejes, o el desarrollo de personas, ambos están relacionados con la disminución con los índices de criminalidad o de consumo de drogas”, reflexionó.
Caballero agregó que los empresarios y emprendedores deben “subirse al barco” y generar las condiciones para aumentar el empleo, capacitar a las personas y convertir la fuerza activa laboral en fuerza calificada. “Al dar su conformidad el presidente se compromete con esta agenda que traerá oportunidades. Si no lo hacemos, vamos a quedar más relegados del comercio internacional”, complementó.
Respecto a las controversias que existen sobre la agenda, debido a que algunas empresas de rubros productivos como el de los granos y la ganadería, Caballero añadió que la soberanía y la identidad hay que defenderlas y que estos acuerdos no deben desembocar en la generación de crecimiento solo para unos pocos sectores económicos del país.
Por su parte, la directora de Sistema B, Marta Cabello, subrayó que el acuerdo es fundamental en la lucha contra el cambio climático. "Paraguay tiene un potencial enorme debido a sus recursos naturales, como la energía hidroeléctrica, que nos permite ser un país con bajas emisiones de carbono. Sin embargo, también tenemos desafíos que superar, como la deforestación y la necesidad de promover prácticas más sostenibles en sectores clave como la agricultura", aseveró.
Respecto a la utilización del comercio como herramienta de crecimiento, dijo que el desafío está en garantizar que este crecimiento sea inclusivo y respetuoso con el medio ambiente. "Paraguay tiene una ventaja competitiva en sectores como la agricultura y la ganadería, pero es clave avanzar hacia un comercio que valore tanto la rentabilidad como el impacto social y ambiental positivo", aseguró.
Respecto a la Agenda 2030 y su resistencia por parte de referentes del rubro agroganadero consiste en que muchos de objetivos de desarrollo elevan las medidas a tomar para la producción alimentaria, la erradicación de la contaminación ambiental, la lucha contra la deforestación. Hasta el momento organizaciones importantes como la Unión de Gremios de la Producción (UGP) y la Asociación Rural del Paraguay (ARP) no se pronunciaron al respecto.
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