El buen desempeño del crecimiento económico y la disciplina fiscal que mantienen el país, permitieron este ascenso.
Según la calificadora, la credibilidad de la política monetaria del Banco Central, desde la introducción de las metas de inflación, ha contribuido a mantener la inflación promedio en niveles adecuados. Por otra parte, la diversificación de la economía en el país ha reforzado el crecimiento, lo cual disminuye el riesgo de dependencia de los productos básicos y fortalece el nivel de reservas internacionales.
Fitch Ratings destaca la capacidad del país de haber mantenido una economía en crecimiento, a pesar de los problemas en las economías y políticas vecinas. Y asegura que es esa resiliencia de la economía paraguaya la que augura que en los próximos años el panorama siga siendo favorable, con un aumento de la demanda interna y de las exportaciones, estas últimas gracias al repunte de los principales socios comerciales.
La calificadora no pasa por alto las mejoras que nuestro país ha tenido en los últimos años en materia de estabilidad política, control de la corrupción, y nivel del PIB per cápita.
En cuanto a la calificación crediticia, Paraguay se mantiene en la categoría BB, la más baja capacidad de pago de deuda emitida. Y que será la continuidad en esas mejoras mencionadas, acompañado de la preservación de políticas macroeconómicas prudentes y de una trayectoria de crecimiento fuerte y menos volátil, lo que permitirá que el país aumente el puntaje en temas crediticios.
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