"El sentir no concuerda tanto con la encuesta. Hay que entender que el BCP pregunta a jugadores del sistema financiero, analistas y otros; por ende, puede no ser tan preciso", puntualizó. Filártiga agregó que el contexto inflacionario mundial estaba siendo medido como algo coyuntural, pero luego el panorama se volvió más complejo.
"Se hablaba de que los mercados como China estaban saturados, de una crisis energética, de la limitación de la producción, pero después apareció la crisis ruso-ucraniana, que generó una tormenta perfecta", señaló. El especialista dijo que el petróleo se estaba estabilizando, pero luego pasó de US$ 80 dólares el barril a US$ 90 cuando el mencionado conflicto tomó mayor revuelo.
Para Filártiga es muy complicado revertir el incremento de los precios en el corto plazo, ya que los capitales buscan activos de refugio, principalmente en dólares y en EE.UU. porque aumentaron su tasa de interés. "El precio del dólar a la suba se junta con el contexto inflacionario mundial. El 30% de los productos que consumimos en Paraguay son importados y, por tanto, dependen del combustible. La cadena logística está encarecida", subrayó.
Por otro lado, remarcó que la sequía está jugando un papel importante en la suba generalizada de precios porque la oferta de alimentos se ve reducida. Estimaciones aproximadas reflejan que un mazo de lechuga puede costar hasta G. 8.500 y una unidad de tomate podría alcanzar los G. 4.000. "Esta situación es algo que nunca vimos. Podríamos decir que vivimos una tormenta perfecta", volvió a recalcar.
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