Previo a trabajar en este restaurante, Magnus Nilsson había trabajado en L'Astrance, en Francia. Siempre se destacó por ser muy creativo y no seguir las reglas de lo tradicional. Y nada es casualidad, el chef vivió toda su vida en Jämtland, en donde creció y estudió, aunque según sus propias palabras, “era un lugar que no era de su agrado, pero al cual logró adaptarse”.
Después de varios trabajos y tropiezos, él decidió volver a su ciudad natal y no volver a cocinar, pero luego de poco tiempo, se dio la oportunidad de ser consultor de este restaurante, que se convirtió hoy día en un verdadero referente de la gastronomía.
El lugar no cambió, lo que cambió fue la visión de este chef que supo aprovechar los pocos recursos que le da un terreno en el que casi no crece nada. Se enfocó en la herencia y el ecosistema de la zona hasta la obsesión. Su ingenio y duro trabajo hicieron que hoy sea uno de los emprendimientos más conocidos del mundo.
FÄVIKEN NO TIENE MENÚ
Fäviken Magasinet se sitúa en la aldea de Fäviken, en una cabaña centenaria al inicio de la propia finca donde el mismo chef y sus personales cazan, cultivan y conservan los alimentos. En un edificio contiguo se sitúa el hotel, algo así como un albergue de lujo en donde las habitaciones son modestas, con camas separadas y se comparte ducha y sauna.
En el restaurante solo pueden comer 12 comensales y ellos tienen una cita a las 7 puntualmente, en donde comienza el despliegue de platos a cargo de Nilsson. Dice el chef, protagonista de uno de los capítulos de Chef’s Table, una serie de Netflix, que en dos horas se puede llegar a comer hasta 30 platos; todos pequeños y con muchos detalles. Es así como este lugar no tiene menú, en la mesa el comensal recibe una selección de platos que resumen la esencia de la casa y la estación del año.
El restaurante Fäviken ocupa un lugar en la prestigiosa lista de San Pellegrino gracias a sus innovadores platos hechos con ingredientes locales. Su ubicación también lo hace especial, pues se encuentra casi aislado y en una finca de 20 mil hectáreas. Un lugar que valdría la pena conocer algún día.
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