Wolf Bakehouse es una marca que surgió a partir de un momento difícil que Milene Pereira tuvo en un proyecto de desarrollo de software. “Empecé a cocinar los dulces que me gustan como terapia para olvidar los contratiempos de una vida laboral normal, en la que a veces las cosas no salen como habíamos planeado”, cuenta. “Desde muy chica cocinaba mis dulces, tortas y galletitas para llevar como merienda a la escuela. Recuerdo que llevaba abundante cantidad, suficiente para toda la clase comer y pelear por las migas”, recordó.
Formada en Designer Industrial con especialización en Ingeniería de Productos y Marketing, Milene trabajó para una empresa grande de alimentos en Paraguay como new products manager. “Mis amigas me incentivaron a vender mis productos porque les gustaba todo lo que preparaba para acompañar nuestros cafés de la tardecita. Mi esposo −que es Tecnólogo de Alimentos− me impulsó y me ayudó a encontrar y seleccionar los mejores ingredientes que tenemos en el mercado”, explicó.
Cuando Milene decidió empezar el negocio notó que también era un buen momento para enseñar a su hija (de 9 años) a cocinar todas estas recetas de su familia. “Quería que ella tuviera su experiencia en desarrollar su propio negocio”, expresó. Junto a ella fue creando el branding. “Ama a los lobos y perros. Dibujamos el logotipo y pedí a un amigo publicitario de Brasil, para perfeccionar el símbolo de Wolf”, comentó.
“Nuestra versión dulce es un alimento fresco, abundante en cantidad, alto nivel nutricional y delicioso. Así como eran los dulces de mi bisabuela, abuela, de mi mamá, de tu mamá o de tu tía. Es nostálgico, casero y poético, como una invitación a entrar a la casa de campo, estar cerca del fogón para conversar, escuchando una canción de antes. Porque eso despierta emociones, nutre el cuerpo y el alma. Son equilibrados en aroma y sabor, podés repetir, no empalagan, te satisface completamente”, describió Milene.
Es por eso que siempre eligieron los mejores ingredientes con mucho respeto a la salud y al buen vivir. “La comida es vida y los dulces son la recompensa. Utilizamos huevos free range, mantecas frescas, frutas frescas, biomasa, aceite de coco, crema de leche fresca, no utilizamos ningún tipo de premezcla o espesante industrial ni grasas industriales como la margarina”, detalló.
“Estamos desarrollando nuestra propia biomasa para componer nuestras recetas y agregar densidad nutricional, hecha a partir de bananas verdes. Esta masa puede sustituir la harina, la leche, la crema de leche, el aceite y los almidones, en resumen, es un superalimento que cura el intestino, alimenta la microbiota intestinal, sacia el hambre por mucho más tiempo y provee mucha energía”, aseguró. “Además, contiene mucho triptófano, el precursor de la serotonina que es 70% producida en nuestro intestino, o sea, tu felicidad depende mucho de lo que comés y Wolf Bakehouse quiere ser parte de eso”, agregó.
“Al percibir que había aceptación de nuestros productos y que crecía la demanda, en octubre de 2019, muy animada, quería invertir en un local, una fábrica, pero antes fui a conversar y consultar con mi profesor de desarrollo de negocios, David Rodríguez Moreira, que sabiamente me pasó sus instrucciones: ‘Empieza pequeño, como una dark kitchen, alquila una cocina o dos, usa las redes sociales’. Seguí las instrucciones, me faltó apenas una, que estamos en camino para cumplir. Vino la pandemia, muchos de los locales de comida cerraron y nosotros crecemos”, mencionó.
En setiembre la marca empezará a vender en PedidosYa, ofreciendo un menú especial semanal con los productos más rápidos de producir. “Luego tendremos nuestra propia app móvil. Queremos servir al consumidor final, pero también a otros negocios como supermercados, hoteles, cafés, restaurantes, hospitales, escuelas”, anunció Milene.
Wolf Bakehouse cuenta con dos cocinas, una para productos sin gluten y otra en la que manejan la harina de trigo, depósito y oficinas. “Fue complicado entrenar funcionarios, así que desistimos de ellos. Queremos encontrar partners. Creemos que las personas indicadas y capaces de reproducir nuestros productos son los home bakers, que trabajan bien en sus propios ateliers, sin jefes, sin estrés. Pueden ser amas de casa, abuelas, papás de familia, chefs, panaderos, gente que siempre está creando algo en su cocina, tienen su horno como un santuario, que disfrutan el buen comer y servir con amor”, consideró.
Entre los productos destacados se encuentran los bollos o berlinesas. “Es un dulce que ya está en el consciente colectivo. Tenemos una selección de rellenos imperdibles y parece que es unánime la adoración. El nuestro lleva poco aceite, poco azúcar (como todo lo que hacemos) y son muy blandos, no existe otro igual. Nuestra torta de naranja es intensa, lleva encima nuestra propia mermelada de naranja, yo la llamaría comida de los dioses. El pastel de nata es un dulce portugués que no tiene comparación. Las tortas festivas, para mí son las mejores: por eso vamos a preparar para vender diariamente en pedazos. Y los productos cetogénicos, son fabulosos, en sabor y presentación, además, súper sanos”, recomendó Milene.
La meta de Milene es empezar Wolf Bakehouse en Curitiba, Paraná, Brasil, como modelo de negocios y después implementar en Asunción en 2022. “Allá tenemos una aceleradora de negocios interesada en invertir y asesorar nuestro proyecto, ya tenemos varios chefs listos para empezar, solo nos falta terminar nuestra app móvil”, adelantó.
Más datos
Informes y pedidos al (0982) 341-640, (0994) 719-600 o en su página web: http://wolfbakehouse.com/. Seguile en las redes sociales @wolfbakehouse
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