Los juguetes clásicos se ‘tecnifican’
Una carrera en tu tableta. Scalextric app race. Su nombre lo dice todo. El Scalextric de toda la vida, con su circuito oval y sus coches aumentado con una app para móviles y smartphones.
El nuevo r2d2. Star Wars BB-8. El robotillo de la próxima película Star Wars lleva la dimensión smart de los juguetes a un nuevo nivel. BB-8, que así se llama el droide, patrulla por su cuenta, rueda por toda la casa, proyecta hologramas y puede ser controlado por una app. A través de ella es posible ordenar a BB-8 que se marque un bailecito o que comience a explorar tu casa por su cuenta y riesgo.
Un lego programable. Robo wunderkind. Nacido de una campaña de crowdfunding, Robo Wunderkind ofrece la posibilidad de crear y programar, con una app, un robot. Para evitar la falta de piezas, este juguete es completamente compatible con cualquier otro ladrillo de Lego. El kit más básico trae nueve bloques (con forma de cubo) divididos en categorías: motor, Bluetooth o batería son algunas de ellas.
El pionero. Skylanders. El puente consola-juguete está más vivo que nunca. Pero todo empezó con Skylanders. La franquicia de Activision lleva más de 175 millones de juguetes vendidos gracias a una estrategia que ahora copian Nintendo, Disney o Lego. El concepto consiste en conectar muñecos convencionales al videojuego mediante un dispositivo.
El fontanero techie. Amiibo. A primera vista, la idea parece la misma que inventó Skylanders. Nintendo comienza a vender muñecos que se pueden conectar a su consola-tableta Wii-U. Pero el conejo dentro de la chistera de Nintendo es que la interacción no se produce con un solo juego, sino con todos los últimos títulos de la consola en el que salga tal personaje.
De los bloques a los píxeles. Disney infinity. El último en conectar videojuegos y juguetes ha sido la fábrica de los sueños, Disney. La vuelta de tuerca de la compañía de Mickey Mouse y compañía es aprovechar la popularidad de sus franquicias como Star Wars, los superhéroes de Marvel o las creaciones de Pixar.
Conversar con muñecas. Hello Barbie. Una Barbie que responde a lo que la niña pregunta. Otro juguete que de pronto cobra vida. Mattel reinventa a su archifamosa rubia gracias a un sistema de reconocimiento de voz y a una app que permite tanto a los padres como a los niños interactuar con Barbie.
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