Mostraron Moto Z y Moto Z Force. Bastante similares en presentaciones pero con un refuerzo en cuanto a resistencia en pantalla, caídas y maltrato general en el segundo. La gran novedad estriba en los denominados Motomods, pequeños módulos que permiten añadir altavoces, un proyector, batería extra… Aquí es donde los desarrolladores juegan un papel clave, de su capacidad para imaginar dependerá el éxito o fracaso de esta plataforma.
Los móviles, cuyo precio se desconoce, cuentan con una pantalla de 5,5 pulgadas, cuatro gigas de memoria RAM, cámara con estabilización óptica y el chip más potente de Qualcomm, el Snapdragon 820. El Force le supera en batería.
Han dado un paso al frente, que será polémico, al incluir el cable USB C para la cargar. Se supone que será el próximo estándar, pero pocos se deciden a añadirlo por miedo al rechazo del consumidor.
Es cierto que no son los primeros en hacer un móvil modular. Google lleva dos años explorando Project Ara y LG con G5 enseñó cómo lo han añadido durante el Congreso de Móviles de Barcelona. Sin embargo, Motorola ha conseguido que funcionen sin tener que apagarlo, sin sacar la batería, tan solo con acercarlo y usar una base magnética.
(Fuente: El País)
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