“Se realizaron compras simuladas en dos oportunidades y en ambas constatamos que los locales reincidían en la no entrega de comprobantes de venta”, explicó Leticia Ramírez, coordinadora de la Coordinación de Operaciones Especiales de la DNIT.
El cierre temporal, que se extiende por tres días, no es el único paso del organismo. Paralelamente, se realizará un inventario de mercaderías y una fiscalización detallada de declaraciones juradas, facturas y registros contables. De comprobarse impuestos dejados de ingresar, los locales podrían enfrentar multas de hasta un 300% del monto adeudado.
Ramírez enfatizó que la reincidencia es un criterio central para la suspensión. “Todo aquel que no emite comprobante está presumiblemente defraudando. Analizamos sus declaraciones, las compras, las ventas y determinamos si corresponde suspender el local para hacer una fiscalización puntual”, detalló.
El procedimiento se inició tras denuncias de terceros y confirmó que los locales habían mantenido la misma práctica que motivó controles anteriores. La coordinadora de la DNIT destacó que, pese a estas situaciones, “aproximadamente un 50% de los comercios mejora su forma de trabajo y regulariza la emisión de facturas después de nuestras intervenciones”.
Desde el punto de vista del mercado, estas medidas buscan enviar un mensaje sobre la formalización y la competencia leal. Además, la DNIT implementa un sistema de reconocimiento a los comercios que cumplen con la emisión de comprobantes. “En paralelo a las suspensiones, estamos felicitando a los locales que cumplen. También se premiará a tres comercios de Carapeguá por sus buenas prácticas”, indicó Ramírez.
La emisión de comprobantes no es solo una obligación legal, sino un elemento esencial para garantizar transparencia, equidad y confianza en el comercio nacional.

Tu opinión enriquece este artículo: