Ricardo Ávalos, presidente de la firma inmobiliaria Canopy, expresó que en el 2010 inició el boom inmobiliario en Asunción. “Desde entonces hemos desarrollado cerca de 17.000 unidades residenciales que suman US$ 1.800 millones solamente en Asunción”, precisó.
Sin embargo, consideró que es un gran desafío el hecho de que la ciudad esté diseñada para 250 personas por km2, mientras en realidad solo viven 40 por km2.
“Cuando crearon el plan regulador se suponía que seríamos una ciudad de 2 millones de habitantes, no de 500.000. Espacio obviamente no hay más en la ciudad, sin embargo hay 20.000 lotes baldíos que en la idea original estaban para desarrollo de altura y densificar la ciudad”, relató.
“Nos faltan muchas cosas como por ejemplo tener información de mercado y poder mostrarle al inversor extranjero dónde está el negocio realmente. No hay un lugar donde ver qué se construyó, en qué barrio, cuáles son los precios. Solo información muy básica para el que viene a poner su dinero”, aseveró.
Por otro lado, manifestó que localmente se habla de inseguridad jurídica, cuando en realidad comparativamente con la región, “somos el de mayor ventaja”, agregó.
“Somos muchísimo más estables que cualquier ciudad de Latinoamérica en cuanto a seguridad jurídica, que se refiere a la regulación de la ciudad”, afirmó.
En este sentido, ejemplificó que si bien en cada proyecto hay una evaluación independiente y cada uno puede llegar a conseguir ciertas excepciones, como ciudad en general, el plan regulador de la ciudad tuvo un cambio importante, que es la actualización de la Ordenanza 89.
“Es el único cambio que sufrió el plan regulador en todos estos años. Entonces en realidad no podemos hablar de inestabilidad o inseguridad jurídica en la ciudad. Es casi un folclore hablar de eso”, subrayó.
Ávalos consideró que también es un mito que la ciudad pierde población, ya que si se contaba con 120.000 viviendas o unidades catastrales en el 2010 y hoy se cuenta con cerca de 135.000, es muy difícil entender que se haya reducido la cantidad de habitantes.
“Eso tendríamos que leer desde la perspectiva de que la cantidad de personas por familia se redujo a nivel país, y ahí tendría sentido que tuviésemos una disminución en una ciudad como Asunción en cuanto a la población”, dijo.
En efecto, recalcó que hasta que salgan los resultados de la nueva encuesta, que se hizo entre el año pasado y este, no será posible confirmar que la capital haya perdido habitantes.
¿Puede crecer la inversión?
Con referencia al potencial de crecimiento de la inversión, sostuvo que indudablemente la concentración de la inversión en Asunción es vasta y a su vez falta mucho por hacer.
Ahora bien, aseguró que no solo por el hecho de haber desarrollo inmobiliario es que los inversores se verán atraídos.
“El inversor de afuera tiene cientos de años de experiencia en saber cómo funciona el mercado inmobiliario. Entonces sabe que no es porque alguien se fue a invertir en un lugar, el resto le va a seguir”, advirtió.
Por otra parte, añadió que el inversor institucional, el que tiene años en el real estate, sabe que la ciudad donde pone dinero tiene que tener al menos un plan y una visión de hacia dónde se va, que no es el caso puntual del Puente Chaco’i, que avizora despertar intereses en el ámbito de las inversiones inmobiliarias.
“Al inversor tenés que mostrarle que hay visión, un plan, y los números; la rentabilidad del inmueble en Paraguay. Es decir, ¿cuánto se alquila y cuánto no, a qué precios?”, apuntó. También cuestionó que el inversor tenga trabas a la hora de querer sacar dinero al exterior.
En síntesis, Ávalos subrayó la necesidad de contar con información de mercado y un plan estratégico del municipio, y al mismo tiempo dichos planes deben sumarse a una interconectividad regional y hacer una ciudad macro de 3 millones de habitantes.
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