“Esta es una empresa familiar pequeña que arrancó en el 2019. La idea nació de mi marido, a quien siempre le atrajo mucho el mundo de los chacinados. El emprendimiento en sí, surgió luego de un encuentro, donde elaboró unos chorizos que le salieron bastante bien, lo que lo motivó a querer incursionar en el rubro”, contó en entrevista con InfoNegocios, Andrea Cardozo.
De acuerdo con la emprendedora, quien se encuentra cursando la carrera de Tecnología de Alimentos, empezaron produciendo los embutidos en casa, para luego hacerles probar a amigos y conocidos. Luego comenzaron a hacerles pedidos, a recomendarlos y a correr la voz.
“En el fondo de la casa montamos nuestra zona de producción, con ayuda de una amiga que es tecnóloga en producción. Es un espacio pequeño pero bien acondicionado en función a las normas de inocuidad alimentarias, que se exigen en estos casos”, comentó.
Los productos Mahoro proceden de recetas originales, 100% caseras ideadas por Rodrigo Ramos. “Iniciamos con butifarras y luego fuimos probando e introduciendo nuevos productos, como los chorizos parrilleros picantes y sin picantes. Además de eso contamos con opciones de acompañamientos como sopa paraguaya, chipa guazú y mandioca pelada congelada”, detalló Cardozo.
Por el momento, la marca comercializa a nivel de amigos, familiares y conocidos, aunque también recibe pedidos de nuevos clientes que llegan por recomendación. “Nos estamos manejando así porque logísticamente todavía no estamos en condiciones de elevar la producción y las ventas, aunque apuntamos a eso. Hasta el momento tenemos patentada la marca y contamos con registro de establecimiento, pero todavía no disponemos de registro sanitario de productos alimenticios, lo estamos gestionando, motivo por el cual no estamos pudiendo ampliarnos como quisiéramos”, explicó.
La zona de producción con la que cuentan ya le queda chica, pues se trata solo de un cuarto acondicionado. “La proyección es poder contar con un salón más grande más adelante, que sea totalmente independiente y con maquinaria e infraestructura más industrializada, lo que nos va a permitir crecer y poder a ingresar a comercios, tiendas y supermercados”, expresó la joven.
Con respecto a los niveles de producción, 50 kilos semanales es el volumen que están manejando por ahora, el cual apenas les permite cubrir la demanda de la clientela fija que tienen. “Tal es así, que no damos abasto cuando tenemos pedidos para eventos o cumpleaños, es por eso que nuestra meta es crecer a futuro”, manifestó.
En tanto en lo que se refiere al sistema de comercialización, precisó que toman los pedidos vía WhatsApp y luego los acercan a su destino. “Todos los viernes, en un camioncito refrigerado nuestro delivery hace las entregas sin costo alguno”, enfatizó.
Según Cardozo, si bien todavía no se encuentran posicionados en el mercado como marca, desde el día uno la aceptación de los chacinados fue muy buena así como también el requerimiento fue aumentando rápidamente, pues se tratan de productos elaborados de manera totalmente artesanal y con materia prima de primera calidad, sin aditivos ni conservantes, lo que los vuelve muy apetecibles.
“Mucha gente hoy en día está optando por consumir productos más bien naturales, por lo cual nuestro margen de ventas es muy positivo. En la pandemia, por ejemplo, tuvimos una pequeña merma en el volumen de pedidos, pero incluso en ese entonces, no llegamos a perder ni un solo cliente, por lo cual consideramos los productos verdaderamente gustan”, enfatizó.
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