“Fue un año de auge. Vimos un interés muy fuerte del productor por la calidad que entrega Angus, tanto en carne como en genética”, afirmó a InfoNegocios Christian Galeano, presidente de la Asociación de Criadores de Angus del Paraguay (ACAP).
Uno de los hitos más visibles fue la celebración del décimo aniversario de la carne certificada Angus, un programa que comenzó en 2015 con una bonificación del 1,5% y que hoy llega al 6% según el grado de certificación y cumplimiento del protocolo. El dato es relevante no solo por el diferencial de precio, sino porque posiciona a Angus como el único programa nacional que remunera directamente la calidad.
Para Galeano, este avance fue clave para que más animales con influencia Angus entren en faena y, como consecuencia, mejoren la competitividad del negocio exportador. La lógica es simple: cuando hay premio, hay respuesta productiva, y el mercado ya empezó a absorber ese salto.
El incentivo no solo movió la aguja comercial, sino que generó una carrera por genética. En 2025 se vio un aumento en la importación de reproductores vivos desde Estados Unidos y Uruguay, además de embriones de alto índice cárnico. El movimiento más ambicioso se concentra en el Chaco, donde la asociación impulsa la creación de reproductores cien por ciento chaqueños, nacidos y criados en el país, con genética certificada y adaptación comprobada.
Según Galeano, los primeros animales ya están naciendo y algunos irán a pista en la próxima expo, mientras que el volumen importante llegará en 2027. Esta tendencia no responde a una moda, sino al mercado: hay demanda insatisfecha de reproductores y muchos productores comienzan a ver que la genética puede ser un negocio en sí mismo.
El avance fue acompañado por un incremento en la presencia territorial. Durante el año, la llamada “Ruta del Ternero” permitió visitar productores, identificar animales para confinamiento y preparar el concurso de noviembre.
Paralelamente, se fortaleció el trabajo de formación con nuevos socios y el Ateneo Angus, la comisión juvenil que acompaña concursos, exposiciones y actividades técnicas. El crecimiento de socios plenos fue moderado, pero la asociación destaca que el interés es genuino y orientado a proyectos de calidad, y no a una participación meramente formal.
Otro componente estratégico del año fue la relación internacional. ACAP cerró un acuerdo con la Asociación Brasileña de Angus para integrar a Paraguay a su programa de mejoramiento genético, enviando datos productivos y muestras de ADN para analizar el genoma del Angus paraguayo. El objetivo es identificar fortalezas y debilidades y seleccionar toros de referencia que permitan mejorar el rodeo nacional.
Aunque Paraguay ya envía ADN a Uruguay, la escala y la capacidad técnica de Brasil abren una oportunidad para dar un salto cualitativo en selección genética. “Vamos a empezar a genotipar animales para buscar líneas adaptadas y productivas, que nos permitan aumentar calidad y competir mejor”, explicó Galeano.
El gremio también tuvo posición en debates clave del sector. Frente a la discusión sobre suspender la vacunación contra fiebre aftosa, ACAP apoyó la continuidad del programa, argumentando que Paraguay tiene fronteras permeables y que la sanidad es una condición indispensable para acceder a mercados de alto valor. Además, la asociación propuso incorporar la leptospirosis como enfermedad prioritaria dentro del programa sanitario nacional, debido a su impacto en la merma reproductiva.
Según Galeano, las pérdidas entre tacto y nacimiento generan un efecto silencioso pero significativo sobre el hato. En paralelo, el gremio planteó la necesidad de políticas de retención de vientres para evitar la salida de hembras y sostener el crecimiento poblacional.
El 2026 ya tiene una hoja de ruta definida. ACAP seguirá con la Ruta del Ternero, el concurso de animales, el ciclo de charlas y la integración del productor a las exposiciones. El gran desafío será consolidar el programa de mejoramiento genético y hacer visibles los primeros resultados.
La llegada de reproductores chaqueños a pista será uno de los grandes hitos del año, y la asociación espera que este avance permita seguir alimentando la demanda y capturar valor.
Galeano resume el momento con una idea que sintetiza la estrategia del gremio: Angus ya no es solo un crecimiento de volumen, es una apuesta por la calidad. Esa visión, hoy, parece alinearse con la dirección que está tomando el negocio ganadero: mercados exigentes, premios por valor agregado y productores que buscan eficiencia antes que escala. En ese contexto, Angus no solo crece, sino que pisa fuerte.
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