Una investigación de mercado realizada por COIN mostró que las compras con tarjeta de débito tuvieron un crecimiento exponencial en los últimos años, y rompieron la rutina instalada de extraer efectivo para realizar los pagos.
Acevedo destacó que considerando los adelantos y retiros en cajeros automáticos, se visualiza que al mismo tiempo que las compras crecieron 24%, los retiros cayeron 3%. “Es la primera vez que los retiros decrecen a valor nominal en las tarjetas de débito en los últimos cuatro años. Esto sugiere claramente un cambio de hábito de uso del instrumento, la forma en que la gente compra, ya que cae a pesar de que crece la penetración”, expuso.
Uno de los factores clave para el crecimiento de referencia es la capilaridad, es decir, qué porcentaje de los comercios están adheridos y permiten cobrar con QR. A junio del 2024 la variación con respecto al 2023 fue del 12% en cuanto a los comercios, del 4% en relación a los POS y del -6% en referencia a los cajeros automáticos (ATM). “Si la cantidad de comercios crece más que los POS, se está ganando capilaridad, una de las claves para lograr crecimiento”, sostuvo Acevedo.
El fenómeno QR
“El QR le está ganando al efectivo desde el 2019, cuando el uso de este último era del 86% y las compras con medios de pago electrónicos eran del 14% del volumen de dinero que se movía a través de la red; ahora ese porcentaje pasó a 32%”, mencionó el experto.
Las fortalezas del QR y las tarjetas son las debilidades del efectivo. Aquellas tienen una fortaleza relativa en la mayoría de los canales, sobre todo en los más formales como supermercados y mini cadenas, tiendas de ropa, farmacias, restaurantes, y estaciones de servicio. El efectivo mantiene fortalezas absolutas en almacenes y despensas, en taxis y plataformas de movilidad y en oficios.
“El desafío es que eso no se frene. La industria sigue innovando a un ritmo -y con los tipos de productos que se necesitan- para que en todos los niveles y escalas se prefiera a los medios electrónicos para pagar las compras. Le vamos a ganar al efectivo cuando todas las pequeñas transacciones pasen a ser digitales o electrónicas. La aspiración válida es crecer un 80%. ¿En cuánto tiempo? Esa es una pregunta para el sector financiero”, afirmó Acevedo.
Entre los beneficios que la confirmación de la tendencia acarrea a la economía, Acevedo citó la formalización a través de la digitalización. “Pero si uno se pone a pensar en todo el campo que se abre para los microemprendedores, como acceso a ventas digitales, cobro remoto, y una infinidad de ventajas, creemos que eso va a formalizar a la economía y a ayudar a la gente a dinamizar sus negocios”, remarcó.
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